EXPLICADO – Tribunal de Justicia Europeo: la FIFA y la UEFA abusan de su poder de monopolio al prohibir a los clubes competir en la Superliga


Los iniciadores de una Superliga en el fútbol europeo obtienen justicia ante el TJUE. La FIFA y la UEFA no pueden condicionar otras competiciones a su aprobación y no pueden prohibir a los jugadores participar en estas competiciones.

En una Superliga europea, los clubes ya no tendrían que competir en las provincias.

Yui Mok/Imago

¿Cómo falló el TJUE en la disputa de la Superliga?

En la disputa por la creación de una Superliga, la Unión Europea de Fútbol UEFA sufrió una derrota ante el máximo tribunal europeo. Las principales asociaciones de fútbol, ​​la FIFA y la UEFA, no pueden condicionar otras competiciones a su aprobación y no pueden prohibir a clubes y jugadores participar en dichas competiciones, dictaminó el jueves el Tribunal de Justicia Europeo (TJCE) en Luxemburgo. Sin embargo, esto no significa necesariamente que la Superliga deba ser aprobada, según los jueces.

No existe un marco para las normas de las asociaciones que garantice que los requisitos sean transparentes, objetivos, no discriminatorios y proporcionados. Las normas que otorgan a la FIFA y a la UEFA control exclusivo sobre la explotación comercial de los derechos de competición también restringirían la competencia en la UE, según el fallo. La FIFA y la UEFA abusarían de su posición dominante en el mercado.

¿De qué trata la decisión del Tribunal de Justicia Europeo?

En principio, el Real Madrid y el FC Barcelona demandaron el monopolio de la Federación Europea de Fútbol, ​​la UEFA. En 2021, un grupo de doce grandes clubes europeos, liderados por el Real Madrid y la Juventus de Turín, impulsaron una iniciativa para fundar una Superliga europea. Habría dejado prácticamente sin sentido la Liga de Campeones organizada por la UEFA. La iniciativa fue recibida con grandes críticas: la UEFA amenazó a los clubes con la exclusión de las ligas nacionales. Y los jugadores ya no habrían podido participar en competiciones como el Mundial y el Campeonato de Europa con las selecciones nacionales.

Al final, la empresa fracasó debido a la resistencia de la asociación europea y también de algunos clubes importantes como el Paris Saint-Germain, el Bayern de Múnich y el Chelsea. Los defensores de la Superliga acudieron a los tribunales de Madrid ante las amenazas de sanciones de la UEFA. El tribunal de Madrid remitió el caso al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. Ahora le tocaba evaluar si la posición de monopolio de la UEFA afectaba a la legislación europea en materia de competencia.


¿Por qué los clubes lanzaron la idea de una Superliga?

Se trata de ingresos. Se podría ganar incluso más dinero en una Superliga que con la Liga de Campeones, aunque la UEFA la ha ido adaptando a lo largo de los años para adaptarse a las necesidades de los grandes clubes. Los mejores clubes de Europa habrían estado entre ellos, sin tener que jugar partidos competitivos poco atractivos en provincias desde la perspectiva de los mejores clubes.


¿Qué perspectivas de éxito tenía la demanda anteriormente?

El Fiscal General Athanasios Rantos compartió la opinión de la UEFA y formuló la correspondiente recomendación. Aunque su posición no es vinculante para el tribunal, normalmente se sigue la opinión de un abogado general. Rantos argumentó que los clubes habrían sido libres de montar su propia liga. Sin embargo, habrían tenido que vivir con las consecuencias de no poder participar en las competiciones nacionales. Desde el punto de vista del Fiscal General, habría sido legítima una exclusión, pero no una sanción a jugadores individuales.


¿Qué consecuencias podría tener un éxito del pleito para las ligas nacionales?

Los demandantes han modificado ahora considerablemente su idea de una liga europea. Originalmente era una sociedad cerrada, pero ahora la Superliga es una estructura abierta en la que podrían jugar entre sesenta y ochenta clubes. Esta es una respuesta al rechazo generalizado en 2021.

Los sesenta a ochenta clubes competirán en tres ligas diferentes. El concepto es sofisticado: se debería permitir que un máximo del 55 por ciento de los ingresos fluya hacia los salarios. Las competiciones tampoco deberían tener cuotas fijas para cada país, el factor decisivo debería ser el desempeño de los clubes. Los clubes que no puedan participar en la Superliga deberían recibir 400 millones de euros al año. Las ligas nacionales perderían significativamente su importancia. Con tres ligas europeas, en cierto sentido sólo serían la cuarta liga regional.



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