Una vez allí, los líderes internacionales no podrán moverse como mejor les parezca. Se prohibirá el uso de helicópteros”debido a la cantidad de vuelos en curso en este momento»dijo el departamento, y agregó que «Eventos imprevistos podrían obligar a los vuelos comerciales y privados a desviarse del aeropuerto de llegada previsto». También se les ha informado que no podrán usar su propio automóvil estatal. Como durante la gran «marcha republicana» de París, tras los atentados de enero de 2015, serán transportados en autobús hasta Westminster, con escolta policial, desde un lugar del oeste de Londres, donde, «debido a estrictas medidas de seguridad y restricciones viales»tendrán que dejar su vehículo.
Y eso no es todo. El día antes del funeral, el rey Carlos III ofrecerá una recepción en el Palacio de Buckingham. Los líderes extranjeros de visita para presenciar la colocación del cuerpo de Isabel II y firmar el libro de condolencias en Lancaster House. Durante su estancia allí, tendrán tres minutos, y ni uno más, para rendir homenaje a la Reina.