Guía Michelin 2024: un soplo de aire fresco en la lista


Después de Cognac y Estrasburgo, Bibendum instaló este año su rotonda en Tours, en el Palacio de Congresos, para una ceremonia descentralizada que reunió a lo mejor del sector (1.200 invitados, entre ellos cerca de 600 chefs con estrellas).

Las clasificaciones Michelin 2024 suponen un soplo de aire fresco. Este año hay 62 ascensos a la estrella (frente a solo 44 en 2023). Eso es mucho: casi el 10% del total de establecimientos distinguidos por la guía. “Con 639 restaurantes con estrellas, Francia sigue siendo el destino más premiado del mundo”observa Gwendal Poullennec, director internacional de la guía Michelin.

El directivo destaca la juventud de los promocionados: más de la mitad de los restaurantes están regentados por cocineros menores de 40 años. Emblemático de esta renovación, Fabien Ferré, con sólo 35 años, vio a su Table du Castellet (en Var) obtener la máxima distinción, tres estrellas, sublimando la Provenza y su terruño. Otro chef, Jérôme Banctel, logra este Santo Grial que se ha convertido en una obsesión para él en su establecimiento Le Gabriel, en París. Aquí, es la alianza inesperada y refinada de sabores cosmopolitas (bretón, japonés, turco) la que lleva a los gourmets a horizontes inesperados.

El chef francés de tres estrellas de La Table du Castellet (Var), Fabien Ferré, en el marco de la ceremonia de entrega de premios de la guía Michelin Francia 2024, en Tours, el 18 de marzo de 2024.

Ocho establecimientos reciben dos estrellas. Entre ellos, Le Jules Verne, del chef Frédéric Anton (con Kevin García como chef ejecutivo), en lo alto de la Torre Eiffel; Mas Les Eydins, en el Luberon, donde Alexandra y Christophe Bacquié celebran como virtuosos la cocina provenzal; Le Saison, cerca de Rennes, y sus delicias bretonas mimadas por Ronan Kervarrec.

Templo del sushi

Pero la sacudida proviene principalmente de las cincuenta y dos nuevas estrellas. Aunque hay algunos habituales –como Thierry Marx, para Onor, en París–, esta edición cuenta con el apoyo de jóvenes chefs cuyos restaurantes suelen tener menos de un año. Así Eugénie Béziat, al frente de Espadon, en el Ritz, que salpica sus creaciones con sabores africanos. O Manon Fleury, que dirige Datil, un restaurante parisino favorecido por la prensa, premiado por platos muy vegetales y de extrema sofisticación.

Los recién llegados juegan con las fronteras. En Petit Léon, en Dordoña, en el pueblo de Saint-Léon-sur-Vézère, el chef neozelandés Nick Honeyman se reapropia del terruño del Périgord con un equipo internacional. En Sushi Yoshinaga, Tomoyuki Yoshinaga inauguró este año un templo de sushi de alta gama en un elegante entorno de madera cerca de la Place de l’Opéra en París.

Te queda un 25,34% de este artículo por leer. El resto está reservado para suscriptores.



Source link-5