El banco de inversión Goldman Sachs se ha hecho eco de los temores de los trabajadores de todo el mundo de que la IA generativa, como ChatGPT y Google Bard, podría reemplazar muy pronto nuestros trabajos.
A pesar de que la tecnología tiene un efecto respetablemente saludable en el PIB mundial, el informe del banco destaca que 300 millones de puestos de trabajo están en riesgo y que se vislumbra una «interrupción significativa» a medida que la inteligencia artificial se vuelve más precisa.
Se refleja cierta esperanza en la mención de que la IA generativa puede, en última instancia, aumentar la productividad de los trabajadores, lo que hace que las noticias sean más un cambio en los patrones de trabajo que una redundancia total, sin embargo, la forma en que el mundo se adapta a la IA sigue siendo fundamental para el sustento de millones.
¿La IA tomará mi trabajo?
Como era de esperar, los efectos de la IA se sienten de lejos y se extienden a aproximadamente dos tercios de los empleos de EE. UU. y Europa, y es probable que los más afectados sean el apoyo de oficina y administrativo, y el legal. Limpieza y mantenimiento de edificios y terrenos; instalación, mantenimiento y reparación; y la construcción y la extracción se encuentran entre las que tienen menos probabilidades de verse afectadas.
Se considera que un porcentaje más pequeño, pero no menos preocupante, de personas está trabajando en roles de alto riesgo. Hasta el 7% de los trabajadores de EE. UU. podrían ver al menos la mitad de su trabajo reemplazado por IA generativa, lo que presenta un riesgo significativo para sus roles.
Sin embargo, las predicciones de Goldman Sachs no surgieron de la nada. OpenAI, la compañía detrás de la popular IA generativa ChatGPT, recientemente Anunciado (se abre en una pestaña nueva) los resultados de un estudio sobre los efectos de tales modelos en el mercado laboral. Encontró que cuatro de cada cinco trabajadores verían al menos el 10% de sus tareas laborales afectadas por GPT, mientras que casi uno de cada cinco vería afectado al menos la mitad de su trabajo.
Si bien muchos han comparado esta nueva era con la transición de lo industrial a lo tecnológico, otros argumentan que aún más personas corren el riesgo de quedarse atrás, lo que destaca la urgencia de que los países y las organizaciones consideren cuidadosamente, e incluso reconsideren, las implicaciones de la IA.