Desde que Huawei fue incluido en la lista negra del gobierno de Estados Unidos, ha tenido dificultades para adquirir casi todo tipo de chips, porque todos utilizan tecnologías estadounidenses de una forma u otra. Para evitar las restricciones impuestas por Estados Unidos, Huawei ha estado construyendo una red secreta de fábricas en China que puede satisfacer su demanda de productos básicos de lógica, memoria, microcontroladores e incluso semiconductores de potencia, según una presentación de SIA (reportada por Bloomberg).
En este momento, la red de Huawei incluye cinco fábricas: la fábrica lógica con capacidad de 28 nm/40 nm de Shenzhen Pensun Technology (PST); la antigua fábrica de memorias de Fujian Jihnua (también conocida como Fujian Jinhua Integrated Circuit Co., JHICC) que puede fabricar DRAM básicas; La fábrica de SwaySure, que producirá chips de memoria para aplicaciones automotrices, electrónica de consumo y dispositivos portátiles; La fábrica de Pengxinwei IC Manufacturing Co. (PXW) que se especializa en sensores de imagen y chips de RF; y la fábrica de Qingdao Si’En que produce microcontroladores (en tecnologías de proceso de 28 nm a 180 nm) y electrónica de potencia, como MOSFETS, BCD e IGBT.
Esta red no es un sustituto perfecto para TSMC y sus tecnologías de proceso de vanguardia (Huawei no podrá producir ASIC, procesadores o SoC avanzados para PC, teléfonos inteligentes y servidores en estas fábricas), pero facilitará que Huawei Adquiera chips básicos para una variedad de aplicaciones sin restricciones de EE. UU.
La SIA sugiere que Huawei podría estar evitando el escrutinio y las sanciones al crear y comprar instalaciones bajo el nombre de otras empresas sin revelar su participación directa.
Para construir su red, Huawei adquirió instalaciones de fabricación de JHICC y Qingdao Si’En y está ayudando en la construcción de fábricas que pertenecen a Pengxinwei IC Manufacturing Co. (PXW) y Shenzhen Pensun Technology Co. (PST), según Bloomberg. Mientras tanto, SwaySure es una empresa respaldada por el estado que suministrará a Huawei.
Es de destacar que entidades como JHICC y PXW ya están en la lista negra del gobierno de Estados Unidos: no pueden vender sus productos a corporaciones multinacionales y tienen problemas para adquirir equipos de obleas avanzados. Mientras tanto, Huawei está ayudando a construir al menos tres fábricas adicionales en China.
La ambición de China de volverse autosuficiente en el ámbito de los semiconductores es evidente en sus cuantiosas inversiones. Según Bloomberg, hay planes en marcha para aproximadamente 23 instalaciones de fabricación de chips, con el objetivo de una inversión que supere los 100 mil millones de dólares para finales de la década. Alrededor de 2030, China espera dominar más de la mitad de la capacidad de producción mundial de chips de generaciones anteriores, que siguen siendo cruciales para industrias como la de los vehículos eléctricos.
Sin embargo, la verdadera preocupación para la comunidad internacional, especialmente Estados Unidos, es la trayectoria potencial de empresas chinas como Huawei, que es un enorme conglomerado con muchos recursos. Estas empresas podrían llegar a dar un salto hacia la fabricación de semiconductores de vanguardia, lo que dará a China acceso a procesadores avanzados de IA y HPC y dejará obsoletas las sanciones internacionales. Esta vía de desarrollo refleja las historias de éxito de gigantes como TSMC y Samsung, que alguna vez quedaron rezagados pero ahora encabezan la industria. Sin embargo, es probable que las empresas chinas tarden décadas en entrar en nodos de producción de chips de vanguardia utilizando equipos de fabricación de obleas nacionales.