Según un informe del laboratorio de innovación de Europol, el 90 % del contenido en línea podría generarse artificialmente para 2026. Esto podría allanar el camino para una creciente desinformación. Se requerirá vigilancia sobre la veracidad del contenido que consultamos en línea.
Inquietantes predicciones. La proliferación de medios artificiales y tecnologías en constante mejora están fomentando oportunidades para la desinformación, según el informe del Laboratorio de innovación de Europol, «Enfrentando la realidad, la aplicación de la ley y el desafío de las falsificaciones profundas». Según este informe, los avances en inteligencia artificial, así como la disponibilidad pública de bancos de grandes bases de datos de imágenes y videos, contribuirían a aumentar el volumen y la calidad de los “deepfakes” (o hyperfaking).
Este informe detalla el uso delictivo de este contenido falso y describe los desafíos que enfrentan las fuerzas del orden para detectar y prevenir su uso. Se pueden cometer varios tipos de delitos graves a través de estos deepfakes, incluida la manipulación de pruebas, videos porno falsos y fraude de CEO.
Nuevas categorías de delitos
Deepfake es la superposición de archivos de video o audio existentes en otros archivos multimedia con fines maliciosos. Esta técnica se basa en tecnologías cada vez más sofisticadas y realistas, y su impacto en la privacidad dará lugar a nuevas categorías de delitos que deberán ser monitoreados, dicen los expertos.
El informe del laboratorio de innovación de Europol toma el ejemplo de Estados Unidos, que denunció un complot ruso basado en vídeos falsos para justificar la invasión de Ucrania, incluso antes de que comenzara el conflicto. Los funcionarios del gobierno ucraniano advirtieron que Rusia podría publicar falsificaciones que mostraran al presidente Volodymyr Zelensky rindiéndose. La mayoría de las personas parecen incapaces de identificar estos medios falsos. Tantos peligros para los que el público tendrá que estar mejor preparado.