El jueves por la mañana se seleccionó un jurado en el juicio por violación de Harvey Weinstein en Los Ángeles, después de casi dos semanas de evaluación e interrogatorio del jurado. El juicio comenzará el lunes.
El jurado estará compuesto por nueve hombres y tres mujeres, muchos de los cuales dijeron que no tenían opiniones firmes (o ninguna) sobre el movimiento #MeToo, que se convirtió en un reconocimiento mundial tras la caída en desgracia de Weinstein en 2017. El exmagnate fue la primera figura importante en ser condenada en la era #MeToo.
Una de las mujeres del jurado dijo que estaba «indecisa» sobre #MeToo en su cuestionario del jurado.
“Creo en la mayoría de las mujeres, pero no necesariamente en todas”, explicó en la corte el jueves.
Entre los miembros del jurado seleccionados había un hombre que dijo que no estaba preocupado por la reacción negativa de amigos o familiares que podrían decir que el veredicto «hace retroceder la causa de las mujeres» si Weinstein fuera declarado no culpable.
Otro miembro del jurado, un anciano blanco, tiene una hija que es abogada.
“Tengo un gran respeto por ambos lados de la mesa y por nuestro sistema de justicia”, dijo a principios de esta semana cuando la defensa lo interrogó, durante un proceso de investigación llamado voir dire.
De los 27 miembros del jurado que ingresaron a la sala del tribunal el jueves, nueve se retiraron más tarde en la mañana. Entre ellos estaba un hombre que dijo que el movimiento #MeToo era «inútil y fraudulento», otro que insistió en que es difícil probar una agresión sexual sin evidencia de ADN, una mujer que indicó que tenía problemas con que las personas fueran procesadas por delitos que fueron más de ocho años y un hombre que decía en su campo de trabajo, las mujeres “mienten y dicen Yo También” para sacar ventaja.
Por la tarde, las dos partes eligieron ocho jurados suplentes, en lugar del plan inicial de 10, que constaba de cinco hombres y tres mujeres, solo para descubrir más tarde que uno no podría servir.
Los procedimientos de la mañana fueron interrumpidos brevemente por un simulacro de terremoto de un minuto.
Cuando la jueza Lisa B. Lench informó a los abogados por la mañana, antes de que los miembros del jurado entraran, que tendrían que agacharse y cubrirse la cabeza como parte del próximo simulacro, pero que no tendrían que tirarse al suelo, el abogado de Weinstein, Mark Werksman se opuso enérgicamente a que el juez, tanto los equipos como su cliente, en especial, tuvieran que postrarse frente al jurado.
“Me iré a la tumba recordando el día en el juicio de Harvey Weinstein cuando tuvimos que ponernos las manos sobre la cabeza como monos”, dijo, insistiendo en que el jurado nunca podrá borrar esa imagen de su cliente, que se enfrenta a la vida tras las rejas, “encogiéndose” ante ellos.
“Es un asalto a la dignidad de la corte”, dijo Werksman, calificando el ejercicio de “indigno” e “infantil”. “Algún cabeza de alfiler en la oficina de preparación para emergencias ha ideado un simulacro que no tiene sentido en esta sala del tribunal”.
Lench finalmente estuvo de acuerdo en que ni ellos ni el jurado tendrían que agacharse y cubrirse la cabeza.
Weinstein enfrenta 11 cargos relacionados con cinco mujeres, que abarcan desde 2004 hasta 2013. Nueve acusadoras de agresión sexual, en total, testificarán en el juicio.
El hombre de 70 años ya cumple una condena de 23 años después de haber sido declarado culpable de violación y agresión sexual hace dos años en Nueva York. Si es declarado culpable en Los Ángeles, enfrenta hasta 140 años de prisión.