Esta no es la primera vez que Ryan Murphy pone el foco en una Kardashian. En «American Crime Story: The People vs. OJ Simpson», Murphy usó la participación de Robert Kardashian en el juicio para mostrar un vínculo intergeneracional entre un circo mediático y otro. El cineasta eligió a David Schwimmer como el abogado, pero también se centró en las jóvenes hermanas Kardashian, a quienes imagina presenciando el duro resplandor de los reflectores desde un costado. La cultura pop estadounidense, parecía estar argumentando, tiene una economía impulsada por la atención, y las personas que vieron la cobertura de noticias de 24 horas del caso OJ interiorizaron esa idea.
Por encima de todo, el elenco de Kim Kardashian camina por la delgada línea entre lo camp y el mal gusto, algo en lo que «American Horror Story» se ha encontrado tanto en el lado correcto como en el incorrecto a lo largo de su carrera de más de una década. La estrella de la realidad se ha convertido en un pararrayos para el sexismo persistente y algo de odio hiperbólico a lo largo de los años, pero también ha recibido una buena cantidad de críticas válidas por cosas como su historial de apropiación de la cultura negra y su promoción de productos que refuerzan la cultura de la dieta. Es una estrella controvertida, y eso la hace perfecta para Murphy, cuyos trabajos anteriores revelan un amor por las divas en todos los sentidos de la palabra.
El casting de Kardashian podría estrellarse y quemarse, o podría resultar en una actuación sorprendente. De cualquier manera, probablemente inspirará personajes drag y memes y demasiados artículos de opinión. En la economía basada en la atención que tanto le interesa a Murphy, hay pocas combinaciones de celebridades que captan nuestra atención colectiva tan fácilmente como Murphy y Kardashian.