La búsqueda de un corredor de velocidad para (re)construir el controlador N64 perfecto


Es una maravilla presenciar un buen speedrun de videojuego. Observas a los jugadores volar a través de tus juegos favoritos, realizando saltos imposibles y encontrando atajos que nunca supiste que existían. Te hace ver un juego familiar bajo una luz completamente nueva. Si nunca has visto un speedrun, Echa un vistazo a este récord mundial a través del original. Super Mario Bros., y verás de lo que estoy hablando. Al ser, ya sabes, una carrera rápida, te llevará cinco minutos de tu tiempo.

Pero lo que tu no ver (a menos que sigue a los corredores de velocidad en Twitch) son las horas y horas de trabajo que se necesitaron para crear esa ejecución perfecta: los miles de intentos de navegar un juego con perfecta precisión, eliminando cada movimiento innecesario y explotando cada falla extraña. Es un trabajo agotador para el jugador, y para el controlador, utilizan carrera tras carrera, día tras día. Y todo ese “rutinaje”, como lo llaman los corredores de velocidad, está cobrando un precio inesperado.

En este episodio de El Vergecast, Exploramos una crisis que se avecina en la comunidad de speedrunning de Nintendo 64: los jugadores están triturando sus controladores hasta convertirlos en polvo de plástico y a un ritmo tan rápido que los controladores N64 óptimos son cada vez más escasos. También hablamos con Beck Abney (abney317 en Twitch), a Mario Kart 64 leyenda del speedrunning que se enfrenta a una forma aún más extraña y personal de infierno de controladores.

Este también es el primer episodio de nuestra miniserie “Los cinco sentidos del juego”, así que estad atentos todos los domingos de este mes para conocer otra historia de juegos sobre otro sentido. Y sí, si lees esa frase y piensas ¿En realidad? ¿Oler? ¿¡Gusto!?, Bueno… abróchate el cinturón.

Si quieres sumergirte aún más en el salvaje mundo del speedrunning, aquí tienes algunos enlaces para empezar:



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