La circunvalación de Eglisau avanza, pero aún tardará 20 años en completarse. La gente de la ciudad reacciona con sorprendente comprensión.


El departamento de construcción de Zúrich presenta un “anteproyecto ligero” para la nueva calle. Los costes de alrededor de 300 millones de francos no son el mayor obstáculo.

El puente, diseñado por Santiago Calatrava, cruza el Rin varios cientos de metros por debajo del viaducto ferroviario cerca de Eglisau.

PD

Se necesita urgentemente ayuda para la ciudad de Eglisau. La vía debe poder soportar hasta 1.200 vehículos por hora. Fue casi una declaración alarmista en el periódico electoral sobre la propuesta cantonal del 10 de marzo de 1985 para la construcción de una carretera de circunvalación.

Casi cuarenta años después, la situación sigue siendo igual de difícil. Hoy en día, entre semana circulan hasta 22.000 vehículos por el eje principal que atraviesa la pintoresca ciudad a orillas del Rin. El tráfico nacional entre la zona de Zúrich y el sur de Alemania también pasa por el puente de piedra sobre el Rin, construido al final de la Primera Guerra Mundial. Lo que complica las cosas en Eglisau es que el porcentaje de camiones es superior a la media debido a las cercanas zonas mineras de grava en Rafzerfeld.

A partir de los años 60, el cantón reflexionó sobre soluciones. Pero hace 39 años, los electores rechazaron masivamente el primer bypass por unos casi ridículos 58 millones de francos desde la perspectiva actual, y más del 70 por ciento votó en contra. Durante décadas, los residentes han sufrido el ruido y los conductores han quedado atrapados en atascos.

Mayormente subterráneo

No fue hasta 2009 que el consejo de gobierno retomó el hilo bajo la presión del consejo cantonal y de la población. Tras estudiar numerosas variantes, ya está disponible un “anteproyecto luminoso”, que se lanzará públicamente el 15 de marzo. Se podrá acceder a los documentos electrónicamente (a partir del viernes). Página web de la oficina cantonal de ingeniería civil. Allí también se puede encontrar el vídeo de la presentación del proyecto.

Poco ha cambiado desde el estudio de viabilidad. La circunvalación sigue la línea ferroviaria desde el sur y varios cientos de metros más hacia el oeste, cruza el Rin y pasa por debajo de la línea ferroviaria hasta la carretera a Rafz. Aproximadamente dos tercios de la nueva carretera de 4,2 kilómetros de longitud discurren por túneles. La pieza central es el puente diseñado por el arquitecto estrella Santiago Calatrava, que descansa sobre un elegante arco con una luz de 175 metros.

Además de una buena integración en el terreno, es fundamental un diseño de primera clase. En su tercer informe de 2021, la Comisión Federal de Protección de la Naturaleza y el Patrimonio volvió a constatar que la carretera provocaba un “grave deterioro” del paisaje protegido.

La cuenca del río Rin está incluida en el inventario de paisajes de importancia nacional. Otros tres inventarios federales se ven afectados, incluidos los de prados secos y rutas de transporte históricas. Pero la circunvalación no sólo tendría efectos negativos. Eglisau tiene un paisaje urbano de importancia nacional que merece ser protegido. Sería beneficioso prohibir el tráfico desde el antiguo puente del Rin. Desde allí, la vista del Rin y de la pequeña ciudad ya no es un placer.

A pesar del alto riesgo procesal, como ella misma escribió, el gobierno decidió en 2022 continuar con el proyecto. El siguiente paso es modificar la entrada en el plan estructural cantonal y presentar un préstamo al consejo cantonal. Actualmente, los costes se estiman aproximadamente en unos 275 millones de francos y la decisión debería tomarse en 2026.

Lo complicada que es la situación lo demuestra el hecho de que se espera que la actual carretera principal que atraviesa Eglisau sea renovada entre 2027 y 2029. Originalmente, esto sólo iba a ocurrir después de que se construyera la circunvalación, pero el estado de la carretera y las líneas de servicio debajo no permiten más retrasos. Los límites de velocidad y tres señales luminosas hacen que el cruce sea un poco más llevadero para los vecinos sin reducir el aforo de la calle.

La población tiene que tener paciencia. Tal como están las cosas actualmente, será necesario hasta bien entrada la década de 2030 antes de que esté disponible un permiso de construcción. En el mejor de los casos, la circunvalación entrará en funcionamiento en 2040. Los procedimientos judiciales o un referéndum amplían el horizonte temporal de dos a tres años. La impaciencia en la región es una de las razones por las que el cantón presenta por primera vez la “versión ligera” de un anteproyecto, que deberá completarse tras la decisión del préstamo.

Eglisau se divide en cuatro partes

La propia ciudad no se hace ilusiones sobre el largo tiempo que llevará implementar el proyecto. «Por supuesto que hubiéramos preferido la circunvalación ayer», dijo el alcalde de Eglisau, Roland Ruckstuhl (FDP), cuando se le preguntó. Al menos el plan se está concretando ahora con el anteproyecto. Para Ruckstuhl es importante trabajar con cuidado. El proyecto está en el filo de la navaja, subraya, y basta una objeción para retrasarlo aún más.

Rolf Hartl, presidente de la Asociación de circunvalación de Eglisau, se alegra sobre todo de que las cosas sigan adelante. El anteproyecto muestra los objetivos contradictorios. Ofrece una buena base para el equilibrio de intereses, que se produciría políticamente y, si fuera necesario, judicialmente.

Sin embargo, la asociación pide ahora explícitamente en su sitio web y por vídeo que se evite esta situación. «Esto es evidentemente sorprendente», admite Hartl. Pero según los estándares suizos, no lleva mucho tiempo. Eglisau está dividida en cuatro partes por el Rin y, desde hace décadas, por la carretera principal. Lo más importante es que el bypass solucione algún día esta situación.



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