La Comisión Europea revisa a la baja sus previsiones: inflación al alza, crecimiento menos vigoroso


Hace unos meses, los economistas temían una nueva ola de Covid-19. Fue la guerra de Ucrania, iniciada el 24 de febrero, la que alteró sus pronósticos. El lunes 16 de mayo, la Comisión Europea presentó sus nuevas proyecciones, que perfilan un escenario mucho menos optimista. A partir de ahora, apuesta por un aumento del producto interior bruto (PIB) del 2,7% en 2022 y del 2,3% en 2023 dentro de la Unión Europea (UE) y la zona euro. En febrero, en sus últimas previsiones, anticipó un crecimiento del 4% en 2022 y del 2,8% (2,7% para la zona euro) el año siguiente.

Los Veintisiete siguen recogiendo los frutos de la recuperación post-Covid y del plan de recuperación europeo de 750.000 millones de euros. Pero la situación ha cambiado drásticamente en comparación con el invierno de 2021. El 11 de noviembre, Paolo Gentiloni, el Comisario de Economía, describió como«extraordinario» las perspectivas de la economía europea, añadiendo que tal situación “No volvería a aparecer pronto, tal vez nunca por [sa] generación « y animando a los Estados miembros de la Unión a aprovecharlo para reformarse. La agresión de Putin, más allá de la devastación que causa en Ucrania, ha empañado sus esperanzas.

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Además, los confinamientos que se multiplican en China ante el rebrote de la pandemia, en particular en Shanghái, acentúan las dificultades de abastecimiento de la industria y lastran el comercio mundial. Para Alemania, que mantuvo importantes lazos económicos con Rusia, es una doble penalización: debería experimentar un crecimiento del 1,6% en 2022 y del 2,4% en 2023. Francia, cuya actividad depende menos de su comercio exterior y más del consumo interno, lo está haciendo mejor a corto plazo (3,1% en 2022), pero no más allá (1,8% en 2023).

El mercado laboral debe resistir los malos vientos

Si bien los precios de la energía ya se habían disparado con la recuperación posterior a la pandemia, la guerra los ha llevado a un nuevo nivel y es probable que el aumento resultante de la inflación tarde más de lo esperado. Sobre todo porque el conflicto de Ucrania ha aumentado las interrupciones de suministro que ya sufría la industria europea antes del 24 de febrero y ha dado lugar a tensiones en los mercados agroalimentarios. En este contexto, la Comisión espera ahora que los precios aumenten en la zona del euro un 6,1 % (6,8 % en la UE) en 2022, con un máximo del 6,9 % en el segundo trimestre, y un 2,7 % (3,2 % dentro de la UE) en 2022. 2023.

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