La compensación de Alexandre Bompard todavía hace vibrar a los accionistas de Carrefour


Cerca del 40% de «no»: los accionistas de Carrefour han avalado la retribución del consejero delegado del grupo Alejandro Bompard para 2022 y 2023, pero, como el año pasado, con una puntuación inusualmente baja, en la junta general del grupo el viernes. En total, el 60,69% de los accionistas aprobó la retribución de Alexandre Bompard en 2022, valorada en más de 9 millones de euros por la CGT, cifra cuestionada por el grupo, y el 56,75% para la retribución de 2023. Se trata de un reto bastante grande, y raro dentro de grandes grupos, incluso si la remuneración ha sido aprobada.

Carrefour argumenta que la retribución de su consejero delegado incluye elementos de la denominada retribución «a largo plazo», condicionada a la consecución de determinados objetivos. Además, se aprobó la renovación anticipada del mandato del consejero delegado hasta 2026, anunciada a finales de marzo para «alinearla» con el plan estratégico de la distribuidora, presentado el pasado noviembre, pero casi el 20% de los accionistas votó en contra.

Remuneración «inaceptable» para la CGT

Previamente, los sindicatos del grupo, en particular la CFDT y la CGT, habían criticado la remuneración de Alexandre Bompard comparándola con el balance social del líder, que llegó al frente de Carrefour en 2017. La remuneración de Alexandre Bompard se desmorona, según Carrefour, en una parte fija (1,5 millones de euros), una parte variable (hasta el doble de la parte fija) y una retribución a largo plazo (hasta «el 60% de la retribución total máxima»). Remuneración «inaceptable, incluso indecente», fustigó a la CGT, que había organizado un mitin frente a las puertas de la asamblea general, organizada en el interior de París, para «denunciar los métodos carnívoros» del grupo «vis-à- frente a los trabajadores».

“Es difícil explicar esta remuneración a los empleados, sobre todo en lo que respecta a la política social de la empresa, la reducción de la plantilla o el paso de tiendas en gestión de arrendamiento”, estima con AFP Sylvain Macé, delegado de la CFDT en el seno del grupo. Los sindicatos del grupo denuncian en esta transición de las tiendas a la gestión de arrendamiento, una forma de sistema de franquicia en la que Carrefour sigue siendo el propietario del negocio, un paréntesis social silencioso. La CFDT estima que la plantilla de Carrefour se ha reducido en 30.000 personas desde 2018, pasando de 115.000 a 85.000.

Frente a sus accionistas, Alexandre Bompard respondió asegurando que cuando llegó al frente del grupo, «todos los expertos del sector» dijeron que el formato hipermercado «estaba muerto». Desde entonces, Carrefour «no ha cerrado ningún hipermercado mientras que otros jugadores sí lo han hecho», suplicó, y dijo que «cada uno de los hipermercados que pasaron a la gestión de arrendamiento ha progresado desde entonces». Alexandre Bompard planea confiar cada vez más en un modelo operativo de tienda de franquicia.

Reducción de emisiones indirectas

Carrefour también fue convocada por pequeños accionistas, que afirman pesar un total del 1,1% del capital, para aclarar el cálculo de sus emisiones de gases de efecto invernadero. El consejo de administración de Carrefour, criticado en los últimos meses por asociaciones especializadas por la sinceridad de sus compromisos en este ámbito, sometió a votación de sus accionistas una comunicación más precisa de las palancas utilizadas para reducir sus emisiones indirectas de gases de efecto invernadero, que fue respaldado en gran medida, en un 93%. En el podio, la directora ejecutiva de compromiso, Carine Kraus, detalló las cuatro palancas de acción del grupo para reducir un 29% sus emisiones indirectas a 2030 (que constituyen la práctica totalidad de las emisiones totales). El grupo tiene la intención, en particular, de confiar en los esfuerzos de sus proveedores y desarrollar alimentos de origen vegetal.

Finalmente, la gerencia fue cuestionada por un accionista sobre la reciente llegada del distribuidor a Israel a través de una sociedad con el grupo israelí Electra Consumer Products y su subsidiaria Yenot Bitan, que a sus ojos podría convertir a la empresa en «cómplice» de una «política de colonización ilegal de los territorios palestinos». Laurent Vallée, secrétaire général du groupe, a répondu qu'»aucun magasin Carrefour ne sera présent dans les territoires évoqués», et qu'»il n’y a pas de complicité, nous veillons sur ce point à prévenir tout risque» en la materia.



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