Cualquiera que siga a Elon Musk sabe que el hombre más rico del mundo tiene predilección por establecer cronogramas aspiracionales para sus empresas. SpaceX incumple esos ambiciosos plazos con tanta frecuencia que Musk ha bromeado diciendo que la compañía se especializa en hacer tarde lo imposible.
Entonces, si tiene la oportunidad de entrevistarlo, ¿por qué perder tiempo pidiéndole a Musk que pronostique cuándo una de sus empresas hará algo en el futuro? Esto es especialmente cierto para cosas que son imposibles de saber, como ¿cuándo aterrizará SpaceX una nave espacial en Marte? Como era de esperar, Musk respondió a esa pregunta el jueves diciendo que era factible que Starship lograra un aterrizaje en Marte, sin gente a bordo, en tres o cuatro años.
Aterrizar una nave espacial en Marte en 2026 o 2027 es probablemente uno de los resultados menos probables de todos los posibles, pero establecer este cronograma ayuda a mantener a la fuerza laboral de SpaceX enfocada. Starship es un diseño revolucionario, cuyo objetivo es convertirse en un cohete rápidamente reutilizable que pueda volar miles de veces al año. También es el cohete más grande jamás construido, con al menos el doble de empuje que el cohete Saturn V de la NASA del programa Apolo hace más de 50 años. Musk describió a Starship el jueves como un «sistema de transporte generalizado a cualquier parte del Sistema Solar».
Generalizado es una forma de describir la mayor parte de la discusión de 50 minutos de Musk el jueves con Clay Mowry, presidente de la Federación Astronáutica Internacional, que organiza una conferencia anual muy concurrida y a menudo interesante llamada Congreso Astronáutico Internacional. Este año, el IAC se celebrará en Bakú, Azerbaiyán.
¿No cuándo sino cómo?
SpaceX tiene mucho que hacer antes de que Starship pueda llegar a Marte. El cohete gigante primero tiene que llegar a la órbita terrestre baja (SpaceX tiene la oportunidad de hacerlo antes de fin de año), luego los ingenieros deben resolver el problema de rellenar el cohete Starship con propulsores criogénicos mientras está en el espacio. SpaceX necesita demostrar que puede recuperar el vehículo Starship, que tiene 15 pisos de altura encima de su enorme propulsor Super Heavy en la plataforma de lanzamiento, después de una reentrada vertiginosa en la atmósfera de la Tierra. Entonces SpaceX deberá hacerlo en el planeta rojo, a decenas de millones de kilómetros de distancia.
Esto sin mencionar las dificultades de navegar a través del espacio profundo, un camino muy transitado por las agencias espaciales gubernamentales pero no por las empresas comerciales. Mantener los propulsores súper fríos de metano y oxígeno líquido de Starship térmicamente acondicionados para el viaje de varios meses a Marte también requerirá algo de innovación.
La conclusión es que será una tarea ardua. La nave espacial volará cientos (¿probablemente miles?) de veces antes de que el cohete logre un aterrizaje controlado en Marte. Los brillantes ingenieros de SpaceX ciertamente tienen ideas creativas y planes novedosos para llevar Starship al planeta rojo, entonces, ¿por qué no preguntarle a Musk sobre ellos cuando lo tiene para una rara conversación individual de una hora?
Lo más interesante ahora es el cómo, no el cuándo o el por qué, especialmente para una audiencia lo suficientemente interesada como para sintonizar el IAC. La visión constante de Musk ha sido construir una ciudad autosostenible en Marte, y Starship, el cohete más poderoso jamás construido, es fundamental para ese objetivo. Ha articulado esta visión en casi todas las entrevistas relacionadas con SpaceX.
El objetivo principal de SpaceX ahora es poner la Starship en órbita. Los cohetes, especialmente los nuevos, son delicados y propensos a fallar, por lo que no es una tarea sencilla. Pero el historial de la compañía sugeriría que Starship llegará a la órbita y eventualmente recuperará el propulsor de la primera etapa del cohete, llamado Super Heavy. Entonces, ¿hacia dónde se dirige el programa a partir de ahí?
La participación de Musk por videoconferencia el jueves en el IAC en Azerbaiyán se produjo siete años después de que presentara el precursor de Starship en un discurso de apertura en la reunión del IAC de 2016 en México.
Mowry, quien le hizo las preguntas a Musk el jueves, es un ejecutivo corporativo desde hace mucho tiempo al que le apasiona asesorar a los futuros líderes de la industria espacial. Lo conozco desde hace más de una década y siempre me ha parecido una de las personas más amables de la industria.