La flota nuclear francesa está recuperando energía y eliminando el espectro de los cortes de energía.


Cuanto más avanza el invierno, más retrocede el escenario catastrófico de un apagón en Francia. El aumento de potencia del parque nuclear, principal fuente de energía eléctrica del país, aleja aún más la ansiedad de un corte general de energía.

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De sus 56 reactores, el operador EDF ha encadenado los reinicios, pasando de treinta y dos unidades paradas por control especial o operaciones de mantenimiento convencional en agosto de 2022, a doce, el miércoles 11 de enero. “Estamos retrasando el reinicio de los reactores”, estimó la ministra para la Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, durante una audiencia en el Senado, el mismo día. Excepto, según ella, por “dos o tres reactores”, cuyo regreso se produciría en marzo.

La flota nuclear puede volver a movilizar una potencia de alrededor de 45 gigavatios (GW), de una capacidad teórica de 61 GW. En progreso, pero aún más bajo en comparación con inviernos anteriores, con una tasa de disponibilidad cercana al 73% ahora, frente al 95% entre diciembre de 2010 y febrero de 2011, por citar el pico de la última década.

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De hecho, EDF está saliendo de un año 2022 históricamente débil. Su producción nuclear en Francia ha alcanzado un mínimo de entre 275 y 285 teravatios hora (TWh), según las proyecciones de hace dos meses, tras revisiones a la baja. El electricista espera mejor en 2023 (entre 300 y 330 TWh), luego en 2024 (entre 315 y 345 TWh). Justo antes de la crisis sanitaria del Covid-19, el nivel anual rondaba los 380 TWh entre 2016 y 2019. Por no hablar del récord de 2005: 430 TWh.

Mientras tanto, por supuesto, dos reactores han desaparecido. Los de la central eléctrica de Fessenheim (Haut-Rhin), cerrados por decisión política en 2020. Otro tarda en aparecer. El Flamanville EPR (Manche), previsto como primer reactor de tercera generación, acumula contratiempos técnicos: su puesta en marcha comercial se ha pospuesto ahora a mediados de 2024.

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Un problema de “corrosión por tensión”

Pero “principal factor explicativo de la baja disponibilidad nuclear” está en otra parte, recordó, en septiembre de 2022, el gestor nacional de la Red de Transporte de Energía Eléctrica (RTE). Este es un fenómeno inesperado, detectado por primera vez en octubre de 2021 en el primer reactor de la central eléctrica de Civaux (Vienne): este problema de agrietamiento, conocido como «corrosión por tensión», amenaza las tuberías de emergencia destinadas a la refrigeración.

En los últimos meses, la multiplicación de paradas para revisiones o reparaciones ha convocado a unos 600 soldadores, incluido un refuerzo puntual de un centenar de técnicos norteamericanos de subcontratas.

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