La Ley de IA de la Unión Europea, un plan basado en riesgos para regular las aplicaciones de inteligencia artificial, ha superado lo que parece ser el último gran obstáculo que se interpone en el camino de su adopción después de que los representantes de los Estados miembros votaran hoy para confirmar el texto final del proyecto de ley.
Este acontecimiento se produce tras el acuerdo político alcanzado en diciembre, logrado después de maratónicas conversaciones «finales» a tres bandas entre los colegisladores de la UE que se prolongaron durante varios días. Después de eso, comenzó el trabajo para convertir las posiciones acordadas en hojas de negociación fragmentadas en un texto de compromiso final para la aprobación de los legisladores, que culminó con la votación del Coreper de hoy que confirmó el proyecto de reglas.
El reglamento previsto establece una lista de usos prohibidos de la IA (también conocido como riesgo inaceptable), como el uso de la IA para la puntuación social; incorpora algunas reglas de gobernanza para usos de alto riesgo (donde las aplicaciones de IA pueden dañar la salud, la seguridad, los derechos fundamentales, el medio ambiente, la democracia y el estado de derecho) y para los modelos fundamentales/de propósito general más poderosos que se consideran que plantean un “riesgo sistémico”; y aplica requisitos de transparencia en aplicaciones como chatbots de IA. Pero las aplicaciones de IA de «bajo riesgo» no estarán dentro del alcance de la ley.
La votación que afirme el texto final generará una enorme señal de alivio en gran parte de Bruselas. La oposición constante a la regulación de la IA basada en el riesgo, encabezada por Francia, impulsada por el deseo de evitar que los límites legales se interpongan en el camino de convertir rápidamente a las nuevas empresas locales de IA generativa, como Mistral AI, en campeones nacionales que podrían desafiar el ascenso de los gigantes de la IA de EE. UU., había amenazado la posibilidad de que el Reglamento fracase, incluso en esta fase tan avanzada.
Al final, los 27 embajadores de los Estados miembros de la UE dieron su apoyo unánime al texto.
Si la votación fracasara, existía el riesgo de que toda la regulación se hundiera, con tiempo limitado para cualquier renegociación, dadas las inminentes elecciones europeas y el fin del mandato de la actual Comisión a finales de este año.
En cuanto a la adopción del proyecto de ley, el testigo vuelve ahora al Parlamento Europeo, donde los legisladores, en comisión y en pleno, también obtendrán una votación final sobre el texto de compromiso. Pero dado que la mayor reacción provino de un puñado de Estados miembros (Alemania e Italia también estaban vinculadas a dudas acerca de que la Ley de IA imponía obligaciones a los llamados modelos fundacionales), estas próximas votaciones parecen académicas. Y la emblemática Ley de IA de la UE debería adoptarse como ley en los próximos meses.
Una vez adoptada, la Ley entrará en vigor 20 días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE. Luego habrá un período de implementación escalonado antes de que las nuevas reglas se apliquen a las aplicaciones y modelos de IA dentro del alcance, con seis meses de gracia antes de que comience a aplicarse una lista de usos prohibidos de la IA establecidos en la regulación (probablemente alrededor del otoño).
La entrada en vigor gradual también permite un año antes de aplicar reglas sobre modelos fundamentales (también conocidos como IA de propósito general), es decir, no hasta 2025. La mayor parte del resto de las reglas no se aplicará hasta dos años después de la publicación de la ley.
La Comisión ya ha tomado medidas para comenzar a establecer una Oficina de IA que supervisará el cumplimiento de un subconjunto de modelos fundamentales más poderosos que se considera que plantean un riesgo sistémico. También anunció recientemente un paquete de medidas destinadas a impulsar las perspectivas de los desarrolladores de IA locales, incluida la reestructuración de la red de supercomputadoras del bloque para respaldar el entrenamiento de modelos de IA generativos.