La moda de Nueva York vuelve a ser buena


Foto: Clément Pascal

Diseñador: Elena Vélez
En la foto con: Lars Johan Andreas Emenius, artista y socio; sus hijos, Atlas (18 meses) y Freja Lucía (3 semanas)

La temporada pasada, Elena Vélez montó uno de los espectáculos más comentados de la Semana de la Moda de Nueva York, presentando una colección de vestidos y bustiers deconstruidos utilizando materiales como velas, lonas militares y paracaídas, inspirados en su madre, una piloto de barco del lago Michigan. La maternidad es una línea transversal en su obra, gran parte de la cual realiza en el estudio de Brooklyn que comparte con su pareja, el pintor Lars Johan Andreas Emenius, con quien tiene dos hijos. “A veces la obra entra en conflicto porque tiene una estética diferente. Trabaja mucho con el color y sus formas son un poco más libres, mientras que mi trabajo es muy detallado, molecular y táctil. Tenemos problemas para comentar el trabajo del otro cuando él necesita un consejo o cuando necesito un consejo, pero la energía que somos capaces de crear en un espacio nos mantiene a ambos en marcha”, dice Vélez. Comenzó a diseñar ropa en serio en 2018 y consiguió inversores en 2020. “Un momento precario para iniciar un negocio”, dice. El lado comercial es la parte más desafiante. “La mayor barrera para entrar en la moda son las finanzas y las conexiones. Si no tuviera resistencia para el espíritu empresarial y para todos los componentes comerciales que intervienen en el funcionamiento de una marca, no estaría donde estoy. Así que es un poco frustrante ver cuán poco talento realmente cuenta”, dice ella. “No tengo tanto tiempo como me gustaría poder concentrarme en la creatividad, lo cual es una lástima, pero eso es lo que se necesita para llegar al nivel al que he llegado”.



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