La policía ha cerrado algunas entradas al campus. Uno permaneció abierto en West 115th St. y Broadway, donde se estaba formando una fila de estudiantes. A una cuadra de distancia, en la calle 116, alrededor de un centenar de manifestantes fueron rodeados por policías con equipo antidisturbios que observaban a los manifestantes que llevaban keffiyehs y ondeaban banderas palestinas.
“Creo que nuestra presidenta ha traicionado a su propio pueblo. Llamar a la policía fue lo peor que pudo haber hecho por todo: por la seguridad en el campus y por la situación”, dijo Uma, estudiante de segundo año en Barnard College. “Fue increíblemente perturbador, sentí que no teníamos libertad de expresión. La gente está siendo castigada por pedir pacíficamente a la universidad en la que gastamos miles de dólares que se deshaga de sus inversiones. … Lo que Columbia dice ser es completamente opuesto a lo que está haciendo ahora”.
“Hoy estuve en el césped protestando por el arresto de mis compañeros de estudios. Todos están enmascarados y temen que se conozca su identidad. Protestar es un derecho humano básico. ¿Por qué deberíamos ocultar nuestras identidades para mantenernos a salvo?
Fea, una estudiante de posgrado de 28 años, dijo que la universidad previamente canceló eventos que celebraban la vida palestina. “Soy pro Palestina, pero no siempre estoy de acuerdo con todo en cada canto. Me importan los niños secuestrados en Israel, me importan los niños bombardeados en Gaza. Me preocupo por toda la gente inocente y creo que los gobiernos y líderes del conflicto están creando más división. Creo que podemos estar en desacuerdo, pero mientras estemos de acuerdo en que matar a niños inocentes está mal, ese es el primer paso y luego estoy dispuesta a trabajar con ustedes”, dijo. «La administración universitaria está más interesada en cubrir sus propios intereses que en ayudar a resolver el problema y, por lo tanto, obstaculiza las soluciones que podrían darse».