La quiebra de WeWork es una prueba de que su negocio principal nunca funcionó


La declaración de quiebra de WeWork ha llegado. La conocida empresa de espacios de oficinas flexibles se ha acogido al Capítulo 11 de protección por quiebra en Estados Unidos y Canadá, buscando convertir ciertas deudas en inversiones de capital y “racionalizar aún más su cartera de arrendamiento de oficinas comerciales”.


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En pocas palabras: WeWork quiere salirse de algunos de sus arrendamientos y, al mismo tiempo, mantener las luces encendidas para poder deshacerse de sus obligaciones y llevar su negocio a un punto en el que pueda autosustentarse. Para obtener más información sobre los matices de la presentación, consulte la cobertura de noticias de TechCrunch.

Esta mañana hablemos de la economía de WeWork. ¿Alguna vez tuvo sentido el negocio de la empresa? Para responder a esa pregunta, repasaremos sus presentaciones S-1, su acuerdo SPAC y sus primeros informes de ganancias.

Una historia de economía inviable

Para empezar, tenemos que retroceder el reloj hasta 2019.

Hubo un tiempo en el que WeWork era una empresa de moda respaldada por capital de riesgo. Antes de presentar su oferta pública inicial, el mercado sabía que la empresa no era rentable, pero como ocurre con todas las empresas privadas, la falta de resultados claramente delineados de WeWork la hizo parecer más atractiva. No fue hasta que la empresa presentó su solicitud de salida a bolsa que supimos realmente cómo había financiado sus impresionantes tasas de crecimiento.

Y WeWork creció. Pasó de unos ingresos de 436,1 millones de dólares en 2016 a 886 millones de dólares en 2017, 1.820 millones de dólares en 2018 y 1.540 millones de dólares en el primer semestre de 2019.

Ese crecimiento tuvo un costo enorme. Las pérdidas operativas de la compañía aumentaron de 931,8 millones de dólares en 2017 a 1.690 millones de dólares en 2018, y luego a 1.370 millones de dólares en el primer semestre de 2019. En resumen, WeWork creció rápidamente, pero tuvo que quemar montones de efectivo para hacerlo.



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