La supersticiosa Vivien Leigh se negó a rodar una escena clave en un tranvía llamada Desire


En su libro, Staggs afirma que Leigh no deseaba romper el espejo de la escena porque «ningún actor se arriesgaría a siete años de mala suerte», y Kazan accedió a esta petición dejando que un especialista lo hiciera. Para hacer bien la escena, en la que Blanche lanza una botella al espejo para romperlo, se rompieron 11 espejos hasta que se consideró perfecta. Karl Malden, quien interpretó a Mitch en la película, recordó que «[Kazan] Se aseguró de querer que intentáramos acomodar a Vivien» tanto como fuera posible, ya que el actor pasó un momento bastante difícil en el set debido a innumerables factores, tanto personales como profesionales (a través de The Hollywood Reporter).

Aparte de las ligeras mejoras simbólicas a la escena del espejo de la obra, la adaptación de Kazán hizo varios cambios para acomodar la historia dentro del medio cinematográfico, como la adición de varias ubicaciones para hacer que el mundo se sienta más conectado y habitado. Aunque este aspecto ayuda a establecer la En el tipo de mundo que habitan los personajes, el escenario único de la obra añade una capa de claustrofobia condensada con la que Blanche tiene que luchar mientras valida sus fantásticas burbujas para reprimir el trauma. Sin embargo, un cambio clave en la película que funciona mejor que la obra es el final, donde la hermana de Blanche, Stella (Kim Hunter), adopta una postura más empoderada y humana después de enterarse de la inquietante y casi sádica tendencia a la violencia de su marido.

Aunque «Streetcar» de Kazán, nominada a Mejor Película, es tan complicada y controvertida como su material original, aborda temas estratificados de frente y plantea la pregunta integral de si el realismo es una forma de crueldad. Este tipo de violencia imperdonable, que rompe ilusiones creadas para protegerse uno mismo del daño, no es mejor que la ingenua esperanza de confiar en la bondad de extraños.



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