Marie Gicquel, editado por Loane Nader
Una nueva obra de Michel Leeb presenta a dos personajes, actores fallidos, uno más incapaz que el otro y obligados a pasar unas horas juntos durante un casting. Los personajes falsamente amistosos de la obra «Les pigeons» son interpretados por Francis Huster y el propio guionista.
Cuando dos actores fracasados y sobre todo rivales se encuentran en el mismo casting, se da una situación cuanto menos embarazosa. Esta es la sensación que sienten los espectadores de la obra «Les pigeons», entre dos carcajadas frente a personajes inconscientemente infantiles. Escrita por Michel Leeb, la obra pretende ser autocrítica y presenta un gran nombre en la Comédie-Française, Francis Huster. Y para darle la respuesta, es el propio Michel Leeb quien interpreta a uno de los dos actores en busca del éxito.
«Serge, ¿qué haces aquí? – Estoy aquí por el casting. – ¡Yo también!», los dos personajes principales, Serge y Bernard, se reenvían como un juego de ping-pong. Ambos felices y ligeramente decepcionados de verse en el mismo lugar por la misma razón, a los viejos amigos les resulta difícil ocultar su decepción.
“No quería que nos tomáramos en serio y no quería que la historia se tomara en serio, ya que es completamente de tercer grado. Yo diría de cuarto grado, incluso”, explica el guionista, seguidor de la caricatura.
Atrapados por su frivolidad, los dos personajes se encuentran a puertas cerradas, lo que parece una venganza. Son entonces los pavos del relleno, o más bien las palomas. Pero los giros son numerosos y el espectador no tiene tiempo para aburrirse.
Para Francis Huster, los espectadores juegan un papel importante: “Están los actores en el escenario, pero también está el público que interpreta la obra. Hay un vínculo directo con el público, que interpreta la obra al mismo tiempo que nosotros. Es muy, muy sorprendente». Al actor le gusta hacer el papel de su amigo, con quien el acuerdo es tan bueno en el escenario como detrás de escena.