Al interpretar al hijo del Capitán Sisko, Lofton naturalmente pensó en el personaje como un padre antes que todo lo demás. El actor señaló que la mayoría de los capitanes de la Flota Estelar en los otros programas de «Trek» tienden a estar separados; su trabajo es demasiado complicado para acomodar amantes o familias. Kirk, Picard, Janeway y Archer quedaron marcados por su soledad romántica y familiar. No es así con Sisko. Lofton dijo:
«[F]En primer lugar, el hecho de que sea padre, esa será una de las principales cosas que lo separarán. Solo el hecho de que seas padre significa que tienes un poco más en juego que todos los demás, tienes una vulnerabilidad, y la vulnerabilidad es tu hijo. Y eso es algo que siempre hay que tener en cuenta cuando se toman decisiones. Como padre, sé que, si voy a hacer algo, tengo que considerar cómo afectará a mi hijo».
Lofton también señala que «Deep Space Nine» era más asertivamente religioso que otros programas de «Trek» (ambientados en un mundo mayormente posreligioso). Debido a que Sisko era una figura sagrada, parte de su trabajo consistía en considerar asuntos espirituales reales. Eso requiere un nivel de diplomacia que incluso Jean-Luc Picard (Patrick Stewart) nunca enfrentó. Lofton dijo:
«La otra cosa que lo separa… es el hecho de que él es un ícono religioso. Y esa responsabilidad lo agobia porque tiene muchas personas que confían en él para que sea su guía». […] Las otras características que separan a Sisko son las que vemos en cámara. Su preocupación por sus compañeros de tripulación. Su fidelidad al trabajo y responsabilidad como oficial de la Flota Estelar. Él nunca se desvía de esa dedicación. Y la dureza con la que aborda el papel creo que lo separa de todos».