Este problema comienza con Black Adam que aparece repentinamente en una ciudad ocupada para causar algunos problemas hasta que es interrumpido por el Capitán Marvel y el Capitán Marvel Jr., quienes se sorprenden de lo similar que está vestido para ellos. Black Adam desaparece, lo que lleva al Capitán Marvel y al Capitán Marvel Jr. a volver a sus identidades civiles como Billy Batson y Freddy Freeman, respectivamente, y contactar al mago marchito Shazam para obtener respuestas. Shazam les dice que Black Adam fue una vez alumno suyo y, creyendo que era un buen hombre, le otorgó superpoderes a Black Adam. Desafortunadamente, estas nuevas habilidades contaminaron el carácter de Black Adam, y desarrolló un hambre imparable de poder. Para evitar que esto suceda, Shazam exilió a Black Adam a una estrella distante, solo para que él regresara para continuar con su búsqueda megalómana.
Para un cómic tan antiguo que estaba destinado a lectores jóvenes, hay algunos elementos sorprendentemente oscuros en este número. Por ejemplo, cuando Black Adam llega por primera vez a la ciudad, está así de cerca a partir a un oficial de policía por la mitad hasta que llega la Familia Marvel para detenerlo. El final también ve a Black Adam despojado de sus poderes, solo para volver a su forma humana e instantáneamente envejecer 5,000 años en un cadáver podrido (solo para que regrese más tarde, obviamente). Aún así, el cómic presenta muchos elementos que continúan tipificando a Black Adam y su relación con la familia Marvel, por lo que vale la pena leerlo solo por eso.