Los humanos tienen una defensa natural contra el reconocimiento facial: el envejecimiento


Los sistemas de reconocimiento facial se han vuelto muy hábiles para identificar a las personas en una multitud, pero resulta que no se adaptan muy bien al hecho de que envejecemos.

Como informa New Scientist(Se abre en una nueva ventana), los algoritmos utilizados para asociar los datos faciales almacenados con un rostro real no tratan bien las arrugas y los cambios de características naturales. De hecho, si no se capturan nuevas imágenes de una cara, solo se necesitan cinco años de envejecimiento antes de que realmente comiencen a tener dificultades para identificar a las personas.

Esa es la conclusión de un equipo de investigadores(Se abre en una nueva ventana) dirigido por el candidato a doctorado Marcel Grimmer(Se abre en una nueva ventana) trabajando en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. Crearon 50.000 rostros humanos generados por IA y los envejecieron sintéticamente para ver cómo se las arreglarían los sistemas de reconocimiento facial.

Como los sistemas de reconocimiento comercial no divulgan cómo funcionan sus algoritmos, se utilizaron herramientas de reconocimiento facial de código abierto como la siguiente mejor opción. Lo que el equipo descubrió a través de las pruebas fue que la precisión de los algoritmos disminuyó a medida que aumentaba la edad, siendo cinco años el punto en el que la identificación comenzó a fallar. 20 años o más de envejecimiento y tenían muy pocas posibilidades de un resultado positivo.

La edad de la persona también tuvo un gran impacto en la precisión del reconocimiento facial. La identificación de personas menores de 20 años o mayores de 60 años tuvo tasas de falla mucho más altas porque el envejecimiento ocurre mucho más rápido. Como explica Grimmer, «los bebés cambiarán en dos meses, por lo que probablemente podrías capturar una foto nueva cada mes y aun así fallaría. En general, incluso hasta los 20 años, la cara sigue cambiando». Con los mayores de 60 años, «la forma de la cabeza vuelve a cambiar, y tienes las arrugas más pronunciadas», por lo que la tasa de fracaso también es mucho mayor.

Recomendado por Nuestros Editores

Por supuesto, la solución fácil es capturar regularmente nuevas imágenes de cada cara para mantenerse al día con los cambios. Lo práctico que termine siendo depende de cuántas personas se encarguen de monitorear un sistema de reconocimiento facial, pero también de cómo cambien las leyes de privacidad en el futuro. Generalmente, envejecer no se considera algo positivo, pero cuando se trata de su privacidad, podría resultar ser una forma muy natural de protección.

¿Te gusta lo que estás leyendo?

Matricularse en Vigilancia de la seguridad boletín de noticias para nuestras principales historias de privacidad y seguridad directamente en su bandeja de entrada.

Este boletín puede contener publicidad, ofertas o enlaces de afiliados. Suscribirse a un boletín informativo indica su consentimiento a nuestros Términos de uso y Política de privacidad. Puede darse de baja de los boletines en cualquier momento.





Source link-38