Los momentos más brutales de The Boogeyman


Después de todo lo que han pasado, ¿no merece la familia Harper un poco de paz y tranquilidad? Uno pensaría que sí, pero el final de la película sugiere un final más siniestro. Will finalmente accede a ir a terapia con las chicas, donde tienen un pequeño avance. Dejan la oficina del terapeuta más cerca que nunca. Entonces, una voz invita a Sadie a volver a entrar.

Sadie cree que el terapeuta la está llamando, pero cuando regresa, no hay nadie allí. Ella ve la puerta del armario y su corazón se hunde. La del espectador también. Mientras se mueve para abrir la puerta, la terapeuta regresa y se pregunta qué está haciendo allí. Sadie nunca tiene la oportunidad de ver lo que hay dentro, pero la implicación es clara: The Boogeyman no ha sido vencido.

Esta escena puede no ser brutal en un sentido violento, pero es brutal desde el punto de vista narrativo. La familia Harper ya ha experimentado una cantidad insondable de dolor y angustia, y este giro final sugiere que sus problemas no han terminado. Si la película hubiera terminado dos minutos antes, habría sido una conclusión esperanzadora, incluso alegre. En cambio, la escena final lleva a casa la naturaleza persistente del miedo y el dolor. ¿Podremos realmente curarnos de un trauma? No cuando el Boogeyman se esconde en el armario, eso es seguro.



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