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Estonia elimina monumentos de la era soviética

Estonia eliminó el martes un monumento conmemorativo de la Segunda Guerra Mundial erigido en el pasado para la gloria del Ejército Rojo en Narva, una ciudad habitada por una gran minoría de habla rusa.

“Mi gobierno ha decidido retirar los monumentos soviéticos de los espacios públicos de Estonia”dijo el primer ministro Kaja Kallas en un tuitmartes. “Símbolos de la represión y la ocupación soviéticas, se han convertido en una fuente de creciente tensión social; en estos tiempos, debemos mantener al mínimo los riesgos para el orden público”ella añadió.

Anteriormente, el jefe de gobierno dijo que Estonia debería “actuar con rapidez para garantizar el orden público y la seguridad interna”. “No le daremos a Rusia la oportunidad de usar el pasado para perturbar la paz”dijo de nuevo.

La oposición local a la remoción del monumento, que mostraba un viejo tanque T-34 del Ejército Rojo, generó temores de que se repitieran los disturbios que estallaron en Tallin en 2007 tras el secuestro de otro monumento soviético.

El ministro del Interior de Estonia, Lauri Laanemets, dijo que estaba «en aras del orden público y la seguridad interna para retirar los monumentos en cuestión antes de que aumenten las tensiones en torno a ellos».

El tanque T-34, que data de la Segunda Guerra Mundial, que formaba parte del memorial de Narva, será trasladado al Museo de la Guerra de Estonia. En su lugar, la fosa común de las víctimas de la guerra recibirá una «lápida neutral».

La alcaldesa de Narva, Katri Raik, se negó previamente a entregar el tanque al museo.

El monumento se encuentra en el centro de las ceremonias de conmemoración del Día VE anual de la ciudad. El ayuntamiento de Narva no logró tomar una decisión sobre la remoción del monumento a pesar de la orden del gobierno de hacerlo antes de fin de año.

Según el Ministro de Relaciones Exteriores de Estonia, Urmas Reinsalu, Rusia está tratando de explotar «divisiones internas» en el pais. Tanto Estonia como Letonia, su vecino báltico, tienen grandes minorías de habla rusa que a veces están en desacuerdo con los gobiernos nacionales. Algunos temen que Moscú esté tratando de explotar estas diferencias de opinión para desestabilizar a estos países, miembros de la UE y la OTAN.





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