Lo que necesitas saber
- Microsoft debe 29 mil millones de dólares en impuestos atrasados, multas e intereses.
- La compañía declaró que apelaría el ajuste propuesto por el IRS a través de la división de apelaciones internas de la agencia.
- Las investigaciones revelaron que la empresa estaba ejecutando un negocio rentable en Puerto Rico sin pagar impuesto corporativo.
- El IRS cree que Microsoft está siendo poco honesto acerca de sus ganancias de Puerto Rico y que las está restando importancia entre dos y media y tres veces.
- Microsoft se reserva el derecho de acudir al Tribunal Fiscal de EE. UU. si no está satisfecho con el resultado de la división de apelaciones internas del IRS.
Microsoft se encontró recientemente entre la espada y la pared después de que el Servicio de Impuestos Internos de EE. UU. (IRS) arrojara una bomba sobre la empresa, indicando que el gigante tecnológico se le debe hasta 29 mil millones de dólares en impuestos atrasados, multas e intereses.
La empresa con sede en Redmond ha estado bajo auditoría y escrutinio fiscal por parte del IRS durante casi una década. Microsoft ya destacó que tiene la intención de apelar el ajuste propuesto por el IRS. Esto significa que ambas entidades podrían pasar mucho tiempo en los pasillos de la justicia antes de que se tome una decisión.
El IRS acusa a Microsoft de esconder miles de millones de dólares en inversiones extraterritoriales para evadir impuestos estadounidenses. En retrospectiva, Steve Ballmer, ex director ejecutivo de Microsoft, fue convocado para arrojar más luz sobre el tema. Según un spot de ProPública, la compañía señaló que esta era “la primera vez en la historia del universo” que el IRS había tomado una medida audaz y contrataba asesoría legal externa. Una medida bien calculada que tal vez le daría al IRS una oportunidad de luchar contra Microsoft y sus vastos recursos.
¿Cómo llegó Microsoft aquí?
Se descubrieron muchas discrepancias gracias a la investigación del IRS sobre los canales de ingresos de Microsoft. Por un lado, una gran parte de los ingresos declarados por la corporación (que suman alrededor de $39 mil millones) se originaron en sus empresas en Puerto Rico. Puerto Rico es un paraíso fiscal favorable para las grandes empresas, ya que es posible gestionar su negocio allí sin pagar ningún impuesto si se ejecuta correctamente.
Al ser confrontado por esto, Microsoft indicó que había vendido algunas de sus marcas y derechos de autor a una fábrica con sede en la isla. El gobierno se opuso a estas afirmaciones, alegando además que se trataba de una fachada que Microsoft estaba utilizando para canalizar sus ganancias. La instalación se utilizó esencialmente para grabar software de Windows y Office en CD.
Pero el caso no fue un éxito para el IRS. La firma de contabilidad de Microsoft, KPMG, estaba armada hasta el último detalle con documentos que confirmaban sus afirmaciones. Sin embargo, el IRS indicó que Microsoft estaba restando importancia a sus ganancias puertorriqueñas entre dos y media y tres veces, lo que se traduce en $15 mil millones.
Esto haría que el caso judicial se prolongara durante casi una década. En 2015, el caso judicial se había transformado en una batalla seria con implicaciones fiscales aún mayores para las empresas estadounidenses. Al mismo tiempo, la Cámara de Comercio de Estados Unidos, junto con otros grupos empresariales, unió fuerzas con Microsoft y finalmente formó un grupo comercial anti-auditoría denominado Coalición para una Administración Tributaria Efectiva y Eficiente.
Esto generó preocupación entre los cabilderos, quienes transmitieron la información a los funcionarios gubernamentales, destacando cómo toda la situación afectó negativamente las relaciones de cooperación entre los contribuyentes y el IRS. Como resultado, los miembros del Congreso aprobaron un proyecto de ley bipartidista que mantendría al IRS bajo control.
Pero esto no impidió que el IRS siguiera adelante con su investigación sobre Microsoft. A principios de ese año, el IRS ya había creado una nueva unidad diseñada para auditar acuerdos intracompañías que enviaban ganancias estadounidenses a paraísos fiscales. Esta es la razón por la cual la unidad pudo investigar el acuerdo de Microsoft en Puerto Rico a pesar de la intervención del Congreso.
Y después de una larga batalla en los tribunales, en la que ambas partes se demandaron entre sí, el juez falló a favor del IRS. «El Tribunal se encuentra incapaz de escapar a la conclusión de que un propósito importante, si no el único, de las transacciones de Microsoft era evitar o evadir el impuesto federal sobre la renta», afirmó el juez al pronunciar el fallo.
¿Que sigue?
Las cosas quedaron un poco en silencio, con el alto ejecutivo de Microsoft, Daniel Goff. emitiendo una declaración indicando su compromiso de seguir las reglas del IRS y pagar los impuestos adeudados en los EE. UU. y más allá. El ejecutivo señaló además que las cuotas que solicitaba el IRS eran para el período comprendido entre 2004 y 2013, pero citó que la empresa ya había realizado un pago de 10 mil millones de dólares por sus ganancias en el extranjero.
El final de la investigación sólo marca el comienzo de un proceso completamente nuevo, que también podría tardar varios años en concluir. Microsoft está avanzando para impugnar el resultado de la investigación a través de la división de apelaciones internas del IRS. Dicho esto, si Microsoft no está satisfecho con el veredicto, aún puede acudir al Tribunal Fiscal de Estados Unidos.
¿Qué piensa sobre la retención de impuestos de Microsoft por parte del IRS? Por favor, háganos saber en los comentarios.