Las cosas se ven prometedoras para Moderna, ya que el jueves reportó ganancias inesperadas en el primer trimestre. Pero la compañía no vacila en sus planes de aumentar drásticamente el precio de sus vacunas contra el COVID-19.
Si bien los analistas financieros esperaban que la compañía registrara ingresos de $1,180 millones y una pérdida de $1,77 por acción en el primer trimestre, la compañía reportó $1,860 millones en ingresos con una pequeña ganancia de 19 centavos por acción.
La compañía pronostica $ 5 mil millones en ventas de vacunas COVID para este año.
Las grandes ganancias no han cambiado los planes de la compañía para sus vacunas contra el COVID-19. En una llamada de ganancias el jueves, el director comercial de Moderna, Arpa Garay, confirmó que la compañía aún continúa con el aumento del 400 por ciento a medida que las vacunas pasan de la distribución federal al mercado comercial a finales de este año.
«En términos de precios en el mercado de EE. UU., anticipamos que nuestro precio de lista, cuando tengamos nuestras vacunas actualizadas, estará en el rango de $ 110 a $ 130», dijo Garay.
En marzo, el director ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel, defendió descaradamente el aumento de precios ante los legisladores frente a las críticas mordaces. Los senadores en la audiencia del Congreso enfatizaron que Moderna desarrolló la vacuna en colaboración con científicos gubernamentales en los Institutos Nacionales de Salud, y que el gobierno federal gastó aproximadamente $10 mil millones para apoyar el desarrollo clínico y acelerar la producción de las inyecciones en los primeros días de la pandemia.
«Esta vacuna no existiría sin la asociación y la experiencia de los NIH y la inversión sustancial de los contribuyentes de este país», dijo el senador Bernie Sanders (I-Vt.), quien dirigió la audiencia. “Y aquí está el agradecimiento que los contribuyentes de este país recibieron de Moderna por esa enorme inversión: Están agradeciendo a los contribuyentes de Estados Unidos al proponer cuadriplicar el precio de la vacuna contra el COVID”.
Según un informe de The Washington Post la semana pasada, Bancel se ha beneficiado enormemente de la pandemia, que lo convirtió en multimillonario. El año pasado, Moderna aumentó el salario de Bancel en un 50 por ciento a $1.5 millones y aumentó su bono en efectivo objetivo. También ejerció opciones sobre acciones por valor de casi 393 millones de dólares.
La remuneración y el gobierno de Moderna, en general, han llamado la atención de los analistas financieros, señala el Post. El salario de los miembros de la junta de Moderna se ubica en el 25 por ciento superior de los directores de las 500 empresas que cotizan en bolsa más grandes de Estados Unidos, con el salario promedio de un miembro el año pasado establecido en $ 475,000. Eso está muy por encima de los gigantes farmacéuticos rivales, incluidos Pfizer, Bristol-Myers Squibb y Merck.