Muere el ex ministro de Justicia Robert Badinter a los 95 años


“Mañana, gracias a vosotros, la justicia francesa ya no será una justicia que mata”. A más de 40 años de pronunciada esta sentencia, estas palabras resuenan hoy nuevamente en las filas de la Asamblea Nacional. La noche del jueves 8 de febrero al viernes 9 de febrero de 2024, Robert Badinter falleció a la edad de 95 años. Hombre de convicciones, hijo de un deportado, marcó notablemente la historia de Francia al lograr convencer a los diputados de que abolieran la pena de muerte.

Una juventud marcada por la guerra

Robert Badinter nació el 30 de marzo de 1928 en París en el seno de una familia judía. Su padre, detenido en 1943 por la Gestapo, murió en el campo de concentración de Sobibor, en Polonia. Con su hermano y su madre se trasladaron a Lyon. Pero al final también el hermano de Robert Badinter fue detenido y deportado.

Así, siempre con su madre, el joven Badinter se instaló en los suburbios de Annecy y vivió bajo una identidad falsa hasta la liberación de París en agosto de 1944.

Un feroz activista contra la pena de muerte

Después de la guerra, obtuvo su título de abogado en 1948 y voló a los Estados Unidos para estudiar en la Universidad de Columbia. De regreso a Francia, ocupó diversos puestos en la enseñanza superior, en las universidades de Dijon, Besançon y Amiens hasta mediados de los años 1970. Al mismo tiempo, en 1965 creó el despacho de abogados Badinter, Bredin and Partners.

Pero fue bajo el gobierno de Pierre Mauroy cuando Robert Badinter encontró su destino y se convirtió en Ministro de Justicia. Tras varios meses de debates en el Parlamento, obtuvo la abolición de la pena de muerte el 9 de octubre de 1981. Unos años más tarde asumió la presidencia del Consejo Constitucional en marzo de 1986. Más discreto en los últimos años en el mundo político y mediático, Robert Badinter marca hoy el final de un momento fuerte en la historia de Francia, marcado por el humanismo y la esperanza.



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