Un estudio como Warner Bros., por ejemplo, apuesta mucho por una película para ganar dinero durante su exhibición en cines. O, al menos, esperar que le vaya lo suficientemente bien como para que la película eventualmente pueda generar ganancias a través de otras fuentes de ingresos. Mientras tanto, Apple, Amazon y otras empresas están cambiando radicalmente la forma en que vemos el «éxito» o el «fracaso» en este contexto. En el mejor de los casos, no está claro qué se considera un éxito en este método emergente de distribución.
Apple nunca esperó que esta película obtuviera ganancias en los cines. Más bien, sintieron que recuperar parte de la inversión a través de la venta de entradas era más inteligente que descargar una película muy cara directamente en streaming, que es lo que normalmente hace Netflix. Es una forma de compensar costos y atraer más atención a la película antes de que llegue a Apple TV+. Las películas que se estrenan en cines casi siempre obtienen mejores resultados en streaming, y eso es algo que la industria en general está teniendo en cuenta actualmente.
Aparte de eso, el amplio estreno en cines probablemente también ayudará a una película como «Napoleón» cuando surja la conversación sobre la temporada de premios. Lo mismo ocurre con la épica de tres horas y media «Killers of the Flower Moon». Vale la pena señalar que lo último de Martin Scorsese ha recaudado actualmente 156 millones de dólares en todo el mundo. En ambos casos, Apple apuesta por algunas nominaciones al Oscar (si no victorias) en categorías importantes para justificar aún más el costo de estas producciones.
Por ello, gran parte de la inversión se reduce a la óptica. Dejar que cineastas aclamados hagan estas películas como quieren, simplemente luce bien. Los directores todavía se sienten muy atraídos por el atractivo de un estreno teatral amplio. Apple puede proporcionar eso, además de un presupuesto considerable para el proyecto adecuado.