Se preguntó a 1000 personas de Viena, Baja Austria y Burgenland sobre el megaproyecto. El resultado es claro: el 81 por ciento de los encuestados está preocupado por el proyecto y su impacto en el medio ambiente. El rechazo es mayor en Burgenland: el 88 por ciento está preocupado.
«Los austriacos de la región oriental no quieren ninguna destrucción de la naturaleza en el lago Neusiedl», dijo Herwig Schuster, portavoz de Greenpeace. Los efectos serían catastróficos para el parque nacional y su flora y fauna. Según Greenpeace, en mayo debería estar disponible una decisión de la Comisión de la UE sobre una denuncia de la organización ecologista contra el proyecto de construcción.
El gobierno federal debe trabajar por la conservación de la naturaleza
Otros resultados de la encuesta: Alrededor del 88 por ciento espera que el gobierno federal trabaje para garantizar el cumplimiento de la conservación de la naturaleza. Casi el 90 por ciento está a favor de una evaluación de impacto ambiental transfronteriza. Para el 86 por ciento, también se debe evitar que el sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO Neusiedler See se incluya en la Lista Roja.