No eres el único que renunció a meditar


Realmente he tratado de meditar. ¡Sé que probablemente sería bueno para mí! Pero no importa cuánto lo intenté (y si mi terapeuta pregunta, yo definitivamente intentado), no pude hacer que el hábito se mantuviera. Así que me rendí. Y no estoy solo: en los últimos dos años, cada vez menos personas han estado usando aplicaciones de meditación como Calm y Headspace, según algunos nuevos datos de la firma de investigación de aplicaciones Apptopia.

Las sesiones de usuarios en las 10 mejores aplicaciones de meditación en los Estados Unidos alcanzaron su punto máximo en la primera mitad de 2020. Eso no es una gran sorpresa: en ese momento, estábamos lidiando con el surgimiento de una pandemia global que trastornó la vida en todo el mundo y cambió fundamentalmente las rutinas cotidianas de las personas. Pero el uso ha ido cayendo constantemente desde entonces, según el informe. La cantidad de sesiones en la aplicación Calm cayó un 26,4 % entre julio de 2021 y julio de 2022. Fue peor para Headspace, que tuvo una caída del 60,3 % durante el mismo período.

Hay algunas razones posibles para esta tendencia. Las empresas impulsaron las aplicaciones de meditación como una solución a los crecientes niveles de estrés y los desafíos de salud mental que enfrentaron las personas al principio de la pandemia. Pero ahora, las personas no están en casa durante largos períodos de tiempo como lo estaban al comienzo de la pandemia y es posible que tengan menos tiempo o interés en meditar.

Dejando a un lado la pandemia, también ha habido algunos cambios importantes en la política en los últimos años. El uso de la aplicación de meditación comenzó a aumentar después de que Donald Trump se convirtió en presidente y comenzó a caer cuando Joe Biden asumió el cargo. Por supuesto, como señala el informe y como Borde los lectores lo saben bien: correlación no es causalidad. Así que no vamos a sacar ninguna conclusión de esa tendencia en particular, pero sí sorprende.

De alguna manera, las aplicaciones de meditación son un síntoma de la gran demanda de tratamiento de salud mental en los EE. UU. Hay largas listas de espera para los servicios tradicionales de salud mental y, a menudo, es prohibitivamente difícil para las personas encontrar terapeutas asequibles y accesibles. En los últimos años, las empresas de tecnología han comenzado a capitalizar esta demanda, ofreciendo servicios que dicen que puede llenar ese vacío. Las aplicaciones de meditación son un pequeño segmento de esta tendencia más grande, con compañías como Talkspace y Ginger que también se comercializan como soluciones de salud mental. No podemos esperar aplicaciones de salud mental desaparecer pronto, pero los nuevos datos sugieren que, al menos por ahora, no se están convirtiendo en una solución a largo plazo.



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