“Nos pegamos, nos hundimos, sudamos…”: en Marsella, los turistas adaptan su programa para evitar el calor


Nina Pavan / Crédito de la foto: JUSTINE BONNERY / HANS LUCAS / HANS LUCAS VÍA AFP

Quien dice verano dice mucho calor. Algunos turistas son más sensibles que otros a las temperaturas y se ven obligados a adaptar sus visitas para evitar estar demasiado expuestos a la luz solar directa. Este es el caso de Marsella, donde el aire sigue pesado aunque se ha levantado la vigilancia de la ola de calor naranja.

Aunque el vigilancia ola de calor naranja se levanta en todos los departamentos, excepto los Alpes Marítimos, las temperaturas siguen siendo altas. En Marsella, este sábado se anuncian 32 grados. Los turistas que vienen a relajarse a la ciudad de Marsella toman precauciones para evitar en lo posible las altas temperaturas del mediodía. Esto implica, en particular, modificar el programa para salir fuera de las horas más calurosas.

Un tiempo «pesado»

Viniendo directamente de Bélgica con un vestido de verano y un sombrero de paja, a Pascale le resulta difícil permanecer mucho tiempo bajo el sol. Por descubrir Marsella, la veraneante se adapta cambiando sus horarios y los lugares que frecuenta. “Por la mañana está bien. Es verdad que al mediodía, donde hay aire acondicionado, a veces es muy interesante”, confiesa. No es la única que tiene problemas para soportar el calor.

Lou-Anne y Gabrielle, dos jóvenes amigas del norte de Francia, aman Marsella pero no el calor. “Aunque actualmente hace calor en el norte, no hace el mismo calor que en el sur”, admite uno de ellos. «Vamos a visitar más por la mañana que por la tarde porque es un desastre. Pero al final por la mañana no hace ni más fresco que por la tarde», añade el otro.

«Nos pegamos, nos hundimos, sudamos…», explican al micrófono de Europa 1 con humor. En Marsella, el clima es «pesado», incluso por la noche según los dos amigos. Como recordatorio, Météo France ha levantado la vigilancia naranja por ola de calor en Bouches-du-Rhône.



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