Los productos alimenticios ya han tenido que etiquetarse con información sobre valores nutricionales, grasas, ácidos grasos saturados, carbohidratos, azúcar, proteínas y sal. “No hay nada de malo en esta ayuda de orientación para los consumidores. Pero ahora la UE también quiere que el llamado ‘Nutri-Score’, una escala de cinco colores con las letras de la A a la E, sea obligatorio en el anverso”, lamenta Pernkopf. El diputado estatal cree que la idea básica es bastante buena. Porque para ello se debe crear un perfil nutricional y evaluar los alimentos procesados.
Lo que enfada al consejero provincial: “La escala tiene graves carencias y desacredita nuestras especialidades rurales. Porque los productos tradicionales del campo y del establo rinden peor desde el principio, mientras que los alimentos con aditivos o productos terminados rinden mejor porque los aditivos saborizantes, colorantes o edulcorantes artificiales no se califican en absoluto”.
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