A principios de agosto, un empleado de la prisión de Salud de París fue víctima de una agresión sexual por parte de un recluso. Se han abierto dos investigaciones, judicial y administrativa, que están en curso.
Seguridad cuestionada. Un recluso de la prisión de Salud es sospechoso de haber agredido sexualmente a una mujer empleada por una empresa subcontratista de la prisión de Salud parisina.
El hombre de unos treinta años fue imputado en particular por «intento de violación», y puesto en prisión preventiva como parte de una investigación judicial abierta el 18 de agosto, dijo a la AFP una fuente judicial.
La Administración Penitenciaria (AP) por su parte, inició una investigación administrativa con el fin de identificar posibles disfuncionalidades dentro del centro penitenciario.
Cuestionado por Le Parisien, el abogado de la víctima espera que «la información judicial permita entender por qué deficiencias se hizo posible esta situación», y agregó que «hay que considerar todas las posibles responsabilidades».
Hechos que datan del 8 de agosto
Según información del diario francés, los hechos tuvieron lugar el 8 de agosto. La víctima, cuya misión se desarrollaba en el lavadero de la cárcel de Salud, iba acompañada de presos auxiliares, que son asignados habitualmente a trabajos eventuales en el centro de detención. Sin embargo, ningún supervisor estuvo presente.
Luego tuvo que gestionar la entrega de un centenar de colchones cuando se produjo un primer incidente a primera hora de la tarde, en el perímetro desprovisto de cámaras de vigilancia. Uno de los detenidos supuestamente se acercó a ella e intentó besarla a la fuerza. El empleado entonces habría «empujado brutalmente» al hombre por primera vez.
Pocas horas después, el detenido habría vuelto a la carga, logrando aislarse con la empleada de 34 años y someterla a tocamientos, antes de intentar imponerle la penetración digital. La víctima, sin embargo, logró liberarse de las manos de su atacante, luego huyó de la escena.