Pensiones: a qué se arriesgan los activistas que cortan el poder a los cargos electos a favor de la reforma


“Los vamos a ver en sus líneas de atención, les vamos a hablar, y luego si por casualidad no entienden el mundo laboral, los vamos a apuntar en los recortes que vamos a poder organizar. Con estas palabras, Sébastien Menesplier, secretario general de la CGT Federación de Minas y Energía, se dirige a los parlamentarios quien vendría a apoyar la reforma de pensiones llevada a cabo por el gobierno. Amenaza explícitamente con privarlos de electricidad si es necesario. Una operación de perforación, que es parte de este vasta jornada de movilización prevista para el jueves 19 de enero, pero que no está exenta de riesgos desde el punto de vista jurídico. El código penal prevé penas para los manifestantes que incurran en tales prácticas.

Tres clasificaciones

“En realidad, todo dependerá de las consecuencias de estos recortes y del daño que se cause”, explica a Europa 1 Maître Anna Caresche, abogada penal del Colegio de Abogados de París. El código penal establece tres clasificaciones para castigar a los infractores. “Si los cortes provocan daños menores, vamos con multa de 5ª clase que corresponde a la jurisdicción policial. Son multas de hasta 1.500 euros y 3.000 euros en caso de reincidencia”. Por el contrario, si los equipos eléctricos se vieran afectados, requiriendo por tanto una intervención externa, la sanción se agravaría notablemente. “Allí estaríamos con dos años de prisión y 30.000 euros de multa”.

Finalmente, el tercer y último escenario considera la hipótesis según la cual los cortes impedirían trabajar a la persona afectada, o incluso provocarían un accidente de trabajo. “En este caso, estamos en peligro y esto puede conllevar un año de prisión y una multa de 15.000 euros. Y muchas veces, esto va acompañado de un deterioro del equipo que, por lo tanto, puede aumentar la tristeza”.

Hasta cinco años de prisión por una acción contra un funcionario electo

Además, se aplican disposiciones específicas en función de la calidad de la persona interesada. En efecto, se prevé una circunstancia agravante «si el delito se comete en perjuicio de una persona que ostente autoridad pública o esté encargada de una misión de servicio público con el fin de influir en su comportamiento en el ejercicio de sus funciones», indica el artículo 322-3 de el codigo penal Además, «la sala penal del Tribunal de Casación considera que un funcionario electo, por ejemplo, un alcalde, es efectivamente una persona que ostenta autoridad pública o es responsable de una misión de servicio público», recuerda Me Anna Caresche, citando una sentencia del más alto Tribunal francés de 22 de febrero de 2017.

Al apuntar directamente a los parlamentarios, como menciona la CGT, los autores de estos recortes se expondrían así a sanciones mucho más severas. “El delito se reprime luego con penas más graves que pueden llegar hasta los cinco años de prisión y 75.000 euros de multa”, indica Me Anna Caresche.

En 2019, cuando los sindicatos ya se oponían al proyecto de reforma de las pensiones, miles de hogares se quedaron sin electricidad después de que los manifestantes cerraran varias subestaciones. este martes, en franciainfo, Aurore Bergé, presidenta del grupo Renacimiento en la Asamblea Nacional, reaccionó a las palabras de la CGT, juzgando que «la intimidación y las amenazas no tienen cabida en la democracia».



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