Pensiones: los basureros siguen en huelga, 5.400 toneladas de residuos no recogidos en París


Desde Montones de cubos de basura se han formado en París donde 5.400 toneladas de residuos quedaron sin recoger el domingo, según el ayuntamiento, en el séptimo día del paro de basureros contra la reforma de pensiones. Tres plantas incineradoras a las puertas de la capitallos de Ivry-sur-Seine, Issy-les-Moulineaux y Saint-Ouen, también están parados, lo que explica estos botes de basura desbordados en ciertos distritos, a veces alineados en todo el ancho de las aceras.

La agencia metropolitana de residuos domésticos Syctom ha indicado que desvía los contenedores a una quincena de otros lugares de tratamiento o almacenamiento y no ha requerido, en este momento, la intervención de la policía para poner fin al bloqueo de sus centros.

Retrasan la edad legal a los 59 años si se aprueba la reforma

Los funcionarios del ayuntamiento recogen los residuos en la mitad de los distritos parisinos (2, 5, 6, 8, 9, 12, 14, 16, 17 y 20), mientras que la otra mitad es gestionada por proveedores de servicios privados. En su convocatoria de huelga renovable, la CGT recuerda que actualmente los recolectores de basura y los conductores pueden jubilarse a los 57 años sin prima alguna, edad que se retrasa a los 59 en caso de adopción de la reforma de pensiones.

“La gran mayoría del personal en la gestión de aseo y agua tiene una esperanza de vida de 12 a 17 años menos que todos los empleados”, asegura el sindicato, también en plena negociación sobre la reclasificación del índice y la trayectoria profesional de los recolectores de basura. Consultado por AFP, la CGT FTDNEEA (sector de tratamiento de residuos, limpieza, agua, alcantarillado, saneamiento) no pudo ser contactada de inmediato.

Un paro entendido por los habitantes

En las calles, los transeúntes entrevistados por AFP el domingo suelen decir que «entienden el movimiento». Los recolectores de basura «son las primeras víctimas de esta reforma» porque «a menudo comenzaron a trabajar jóvenes» y «hacen un trabajo más difícil que otras personas que están en las oficinas», comenta Christophe Mouterde, un estudiante de 18 años.

«Es terrible, hay ratas y ratones», señala Romain Gaia, un pastelero de 36 años que, como otros comerciantes del distrito 2, ha almacenado botes de basura que se acumulan en más de un cuadrado cerca de un metro. alto. Pero trabajar más tiempo para los recolectores de basura, «es delirante, tienen toda la razón al hacer un movimiento social» y «deberían hacerlo durar quizás más», cree el pastelero. Se trata de “personas que normalmente no tienen poder, pero si dejan de trabajar, tienen uno de verdad”, apunta.



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