Por un lado, hay Juegos del Hambre, una trilogía de novelas y una tetralogía de películas de éxito gigantesco; del otro, fortnite, un videojuego ultra popular en los últimos años. Dos obras muy distintas, que sin embargo comparten un principio básico: una arena cada vez más pequeña en la que luchamos a muerte, hasta que sólo quede un superviviente –y en la que, por supuesto, podemos sumar Batalla realla novela y película japonesa de 1999 que dio nombre a este tipo de videojuegos (battle royale).
Con motivo del décimo aniversario de la saga, el periodista Damien Leloup se preguntó por qué Juegos del Hambre nunca había sido adaptado a un videojuego. Para él, la respuesta está en lo que trata. Es decir, y particularmente en Estados Unidos, el mayor tabú en materia de videojuegos: las muertes infantiles.