Varios cientos de personas se reunieron en París el miércoles para apoyar el movimiento ecologista «Les Soulevements de la Terre». El gobierno del presidente Emmanuel Macron cerró el grupo citando un riesgo para la seguridad pública.
El gobierno francés emitió un decreto el miércoles prohibiendo al grupo activista climático al que acusa de incitar a la violencia en una serie de manifestaciones recientes, incluida una en la que se produjeron feroces enfrentamientos con la policía por un proyecto de riego.
«Levantamiento de la Tierra (SLT)» condenó el cierre y convocó protestas en docenas de ciudades de Francia.
«Bajo el pretexto de defender la preservación del medio ambiente… (SLT) alienta el sabotaje y el daño a la propiedad, si es necesario con el uso de la violencia», dijo el ministro del Interior, Gerald Darmanin, después de una reunión de gabinete.
SLT es parte de una nueva ola de grupos activistas climáticos más radicales, incluido Extinction Rebellion, que dicen que se necesita una acción directa en respuesta a los esfuerzos insuficientes para combatir el cambio climático y el calentamiento global.
El procedimiento de disolución de SLT se inició en marzo después de que unos 5.000 manifestantes se enfrentaran a más de 3.000 policías durante una protesta contra un embalse de riego gigante cerca de Sainte-Soline, en el oeste de Francia.
Dos manifestantes quedaron en coma después, mientras que alrededor de 30 oficiales resultaron heridos.
Pero Darmanin ha sido criticado por opositores de izquierda y grupos de derechos por calificar las acciones de algunos manifestantes como «eco-terrorismo», señalando que la disolución de SLT se basa en una nueva ley que apunta a las ideologías extremistas.
«No debe usarse en un contexto de desobediencia civil, donde la libertad de expresión y reunión tiene prioridad», dijo Greenpeace Francia en un comunicado.
Greenpeace agregó que apoyaría a SLT si impugnara el decreto de disolución ante el Consejo de Estado, que se pronuncia sobre la legalidad de las leyes francesas.