Protestas: campesinos enojados y botas apestosas


El productor lechero Paul Kerschbaummayr (35) de Waldburg conduce un remolque totalmente cargado a la entrada de la Cámara de Agricultura de Linz el miércoles por la mañana. Cientos de botas de goma usadas, algunas todavía cubiertas de estiércol de establo, se descargan y se colocan frente a la puerta de los funcionarios de la cámara. “Lamentablemente, ya no nos sentimos representados como nos gustaría por la representación profesional reglamentaria. Como nuestras críticas solo caen en oídos sordos, ahora tenemos que dar ejemplo y dar la voz de alarma”, subraya el padre de tres hijos en Mühlviertel.

Los aumentos de precios amenazan la existencia
La situación de los ganaderos, especialmente la de los productores de leche, amenaza ahora su existencia debido a las subidas generales de precios (energía, materias primas, fertilizantes) ya la bajada de los precios de la mantequilla. «Nos estamos quedando sin costos. La lechería ha bajado el precio de la leche en 3,2 céntimos, lo que supone en mi caso 2240 euros menos al mes. Sin embargo, por el contrario, los precios de la electricidad han aumentado enormemente: en lugar de pagar 1000 euros, ahora tengo que pagar 2100 euros”, se queja Kerschbaummayr, quien también es miembro de la comunidad agrícola independiente de Austria (AGÖ).

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Si queremos mantener nuestra pequeña agricultura estructurada, también necesitamos una denominación de origen a nivel nacional en el sector de la restauración.

Granjero lechero Paul Kerschbaummayr (35) de Waldburg

«Trabajar 14 horas al día»
Martina Mittermayr y su marido gestionan una explotación de 60 hectáreas con 60 vacas lecheras en Andorf. “Trabajamos 14 horas al día, de guardia todos los sábados y domingos y también por la noche. Ya no podemos trabajar. Y nuestro abuelo de 80 años pone su pensión en el negocio, invirtiendo en la compra de maquinaria agrícola”, dice el de 40 años.
Un tercio de las explotaciones han tenido que abandonar en los últimos diez años. «Desafortunadamente, nuestra cámara ahora está demasiado alejada de nuestra realidad, escucha demasiado a la economía».

Presentó al presidente de la Cámara, Franz Waldenberger, un documento de posición que contenía cinco demandas. Su reacción: «Entiendo las preocupaciones de los agricultores, pero tengo la sensación de que el destinatario puede no ser el adecuado».



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