El primer ministro Rishi Sunak está listo para revivir la Declaración de Derechos británica como parte de la estrategia de su gobierno para hacer frente a la crisis de los pequeños barcos de inmigrantes que cruzan el Canal de la Mancha.
El viceprimer ministro y secretario de Justicia, Dominic Raab, dijo que la legislación, que otorga a los tribunales del Reino Unido supremacía sobre el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, volverá al Parlamento «en las próximas semanas».
Cuando se introdujo bajo el entonces primer ministro Boris Johnson, los ministros dijeron que evitaría que los jueces del tribunal de Estrasburgo interfirieran en la controvertida política del gobierno de deportar a los solicitantes de asilo a Ruanda para que se procesen sus solicitudes.
Sin embargo, Liz Truss archivó el proyecto de ley cuando se convirtió en primera ministra en septiembre después de que fuentes gubernamentales advirtieran que era «poco probable que progresara en su forma actual».
Pero Raab, quien había defendido la legislación antes de que Truss lo despidiera, dijo que su regreso “reinyectaría una saludable dosis de sentido común al sistema y terminaría con el abuso de nuestras leyes”.
La medida se produce cuando los ministros están bajo una intensa presión para hacer frente a la crisis migratoria tras la revelación de condiciones peligrosamente hacinadas en un centro de procesamiento en Manston en Kent.
Esperan que la perspectiva de la deportación al estado del este de África disuada a los inmigrantes de realizar el peligroso cruce del Canal.
Sin embargo, hasta ahora se han sentido frustrados después de que un fallo provisional de un juez en Estrasburgo bloqueó en junio los primeros vuelos de deportación y ahora están esperando que los tribunales del Reino Unido decidan si la política es legal.
Sin embargo, es poco probable que la Declaración de Derechos proporcione una solución rápida, ya que también es muy controvertida y es probable que el Gobierno enfrente una dura batalla, particularmente en la Cámara de los Lores, para incluirla en el libro de estatutos.
En un comunicado, Raab dijo: “Se basa en la orgullosa tradición de libertad del Reino Unido al fortalecer la libertad de expresión, reinyectar una buena dosis de sentido común al sistema y poner fin al abuso de nuestras leyes.
“Pondrá fin a la misión de expandir continuamente las leyes de derechos humanos y restablecerá una supervisión democrática adecuada del Parlamento.
“Dejará muy claro que la Corte Suprema del Reino Unido no está subordinada a la Corte Europea de Derechos Humanos”.