Reforma de pensiones: 1.272 millones de manifestantes en Francia según Interior


«No quiero irme a los 64»: de Belfort a Bayona, un número récord de opositores a la reforma de pensiones marcharon el martes para tratar de hacer retroceder al gobierno, bajo presión ante dos nuevas movilizaciones la próxima semana. En todas partes de Francia, las procesiones mostraban la misma negativa a La reforma emblemática de Emmanuel Macron y su aplazamiento de la edad legal de jubilación a los 64 años.

Movilización más fuerte que el primer día

Según los sindicatos, más de 2,5 millones de personas marcharon en el país. El Ministerio del Interior contó la mitad, pero todavía más de 1,27 millones. Más que la primera movilización del 19 de enero, e incluso más que el récord histórico de 2010, en pleno apogeo de la protesta contra una reforma previsional anterior. Con la fuerza de este nuevo éxito, los ocho principales sindicatos franceses han decidido ampliar el movimiento social. Reunidos a primera hora de la tarde en la sede de Force Ouvrière, llamaron a dos nuevas fechas de movilización, el martes 7 y el sábado 11 de febrero.

En varias grandes ciudades, como Montpellier, Nantes, Rennes o Marsella, la participación fue superior a la de la primera movilización del 19 de enero. En París, los organizadores contaron 500.000 manifestantes, cuando la jefatura de policía contó 87.000 y la firma independiente Ocurrence 55.000. Las localidades más pequeñas también han mostrado un resurgimiento de la movilización, como Châteauroux, Boulogne-sur-Mer, Sète o Guéret.

«Uno de los mayores eventos organizados» en Francia

«Este es uno de los mayores eventos organizados en nuestro país desde hace décadas», dijo Laurent Berger, el número uno de la CFDT, presente en la procesión parisina. La jefa de Gobierno, Elisabeth Borne, admitió al final de la jornada que su reforma “plantea interrogantes y dudas”. “Los escuchamos”, aseguró el primer ministro en un tuit.

Entre los manifestantes, fue sobre todo la preocupación lo que dominó. «No quiero irme a los 64, soy maestra de jardín de infancia y es imposible dar clases hasta tan tarde. Siempre estamos en cuclillas, ya me duelen las rodillas», explicó Sandrine Carré, de 52 años, en la procesión de Burdeos. Los desfiles se desarrollaron en general de forma pacífica, bajo la vigilancia de 11.000 policías y gendarmes, incluidos 4.000 en París.

Algunos enfrentamientos, sin embargo, esmaltaron el rumbo en la capital, dando pie a 23 detenciones, según la prefectura. También se informaron incidentes en Rennes (16 arrestos) y Nantes (cuatro arrestos).

Nuevas fechas de movilización

Las nuevas fechas de movilización se anunciaron debido a que la huelga fue menos seguida en varios sectores clave. Empezando por la SNCF, donde el 36,5% de los agentes paró el martes, frente al 46,3% del día 19 de fuente sindical. La CGT-Cheminots y SUD-Rail, sin embargo, llamaron a parar las obras el 7 y 8 de febrero, antesala de un aviso renovable «a partir de mediados de febrero». Justo durante las vacaciones de invierno. “Haremos todo lo posible para que los franceses que trabajan puedan tomarse un merecido descanso”, dijo el ministro de Cuentas Públicas, Gabriel Attal, en TF1.

El paro también marcó época en Educación Nacional, donde el ministerio contabilizó al mediodía una cuarta parte de los huelguistas en las escuelas primarias y secundarias, mientras que la FSU anunció que el 55% de los docentes universitarios y secundarios están en huelga. Menos huelguistas también en EDF (40,3% frente al 44,5% del día 19, según la dirección), lo que no impidió las reducciones de carga nocturnas en las centrales, sin provocar sin embargo cortes.

Olivier Dussopt arrestado en la Asamblea Nacional

Salvo en este escenario, las refinerías y depósitos petrolíferos de TotalEnergies han vuelto a oscilar entre el 75% y el 100% de huelguistas según la CGT, que ya ha presentado un aviso desde el 6 de febrero y no descarta «una paralización de las instalaciones». Atrapado entre la determinación de la calle y la virulencia de la oposición, el gobierno se vio nuevamente empujado en la Asamblea Nacional, donde el Ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, tuvo que responder a un torrente de preguntas. «Día difícil para ti, estás en una mala posición», le tiró el comunista Pierre Dharéville.

Mientras el proyecto se debate desde el lunes en comisión, Élisabeth Borne intentó cerrar filas asegurando a los diputados macronistas que «la mayoría estará unida» en esta reforma, tras asegurar el domingo que el descenso de edad no era «más negociable». Retirado sobre este expediente, Emmanuel Macron, que se juega en parte su mandato de cinco años en esta reforma, la consideró este lunes «indispensable». «El señor Macron seguramente perderá», respondió Jean-Luc Mélenchon (LFI) en Marsella, creyendo que Francia estaba «pasando por un día histórico».



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