Represión a los uigures: se multiplican los llamados a la publicación de un informe sensible de la ONU


A «fiasco»a «escándalo»a «oportunidad perdida» para hacer brillar un saludable foco de atención sobre los derechos humanos en China: muchos observadores, activistas y defensores de la causa uigur, etnia musulmana del Gran Oeste de China, coinciden en gritar a Michelle Bachelet, quien finalizó el 28 de mayo un polémico viaje a la República popular. Así, en Xinjiang, tras visitar una prisión y un antiguo campo de internamiento reservado para miembros de minorías musulmanas, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos recordó débilmente al régimen de Pekín que «cumplir con sus obligaciones de conformidad con las leyes que protegen los derechos humanos».

Del lado de la diáspora uigur y de los portavoces de las familias de los desaparecidos en el gran gulag chino en el desierto, impera la ira: “Es un viaje Potemkin, una visita guiada, donde ella no pudo conocer a nadie, ¡una pena! »protesta Dilnur Reyhan, presidente del Instituto Uigur de Europa.

Lea también: Artículo reservado para nuestros suscriptores Xinjiang: el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos critica a Beijing… diplomáticamente

Tras las airadas reacciones de Estados Unidos -el Departamento de Estado matizó el desplazamiento de Myo Licenciado en» error « –, la muy exigua valoración de este viaje de cinco días corre un fuerte riesgo, según sus críticos, de empañar de forma duradera la credibilidad de la ONU en materia de derechos humanos.

Más de un millón de musulmanes han sido detenidos en Xinjiang desde 2017, hacinados en campos de «reeducación» construidos para los sospechosos, en la mayor arbitrariedad, de deriva islamista y radicalización. Un informe sobre esta trágica realidad ha sido redactado por los equipos de Myo Bachelet, pero lleva meses durmiendo en un cajón sin que nadie sepa qué pretende hacer con ella la Alta Comisionada: «No sabemos, no hay más demora, nada más», remarca una fuente diplomática en Ginebra, sede de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Presión para la salida del informe

Según información de Mundoeste informe, basado en entrevistas con uigures, imágenes satelitales y fuentes «abiertas» como el trabajo de ONG, investigadores y periodistas durante cuatro años, no traería revelaciones estruendosas, pero plantea una descripción objetiva del sistema de internamiento masivo y vigilancia sistemática de la población uigur, con un enfoque metodológico riguroso y cuidadoso, garantizando su legitimidad. “El informe en sí no inventa la rueda, lo importante es que llevará el sello de la oficina de derechos humanos de la ONU”explica una fuente del círculo diplomático de Ginebra.

Te queda el 50,16% de este artículo por leer. Lo siguiente es solo para suscriptores.



Source link-5