La dos veces campeona olímpica había viajado a Rusia poco antes del inicio del conflicto en Ucrania para jugar en el receso de temporada estadounidense, una práctica habitual entre las basquetbolistas de la WNBA que suelen ganar más en el extranjero que en Estados Unidos. Pero, a principios de febrero, fue arrestada en el aeropuerto con líquido vaporizador a base de cannabis y desde entonces se ha visto envuelta en la crisis geopolítica entre Rusia y Estados Unidos.
Si la jugadora admitió haber estado en posesión de cannabis, afirmó haberlo traído a Rusia por error. La deportista refutó especialmente cualquier tráfico, siendo la pequeña cantidad de sustancia transportada únicamente para su consumo personal, con fines analgésicos. De hecho, dice que sufre de dolor crónico como muchos atletas.