Como Samantha Hanratty había aprendido tanto sobre el proceso del parto, pudo reconocer todas las cosas que los Yellowjackets estaban haciendo mal al tratar de ayudar a Shauna (a través de Uproxx):
«Pequeñas cosas como, si estuviéramos en un hospital, las piernas de Shauna habrían estado apoyadas y la habríamos tenido a los pies de la cama y cosas así. Definitivamente tuve que contenerme para no ser como, ‘Eso no es exacto.’ Para ser como, ‘Este es un grupo de chicas adolescentes que no saben lo que están haciendo'».
Su incertidumbre es lo que hace que la escena del nacimiento sea tan efectiva y genuina. El conjunto se comporta exactamente como lo harían los adolescentes en esta situación de vida o muerte: congelados por el miedo, sus ojos llenos de lágrimas buscando a alguien que sepa qué hacer, un silencio espantoso mientras se esfuerzan por resolverlo y preguntas desconcertadas sobre si o no. No se debe hervir el agua ni cronometrar las contracciones. Incluso el único adulto en la sala, el entrenador Ben, no puede enfrentar la presión de este precario momento.
La conciencia sobre la salud materna de Hanratty habría ayudado a los Yellowjackets a luchar por la supervivencia. Ha habido mucho pánico sobre si el equipo se comería o no al bebé de Shauna; afortunadamente, no lo hacen (excepto en la pesadilla de Shauna), pero hay otras cosas relacionadas con el embarazo que podrían haber aprovechado. «Creo que deberían haberse comido la placenta. Es algo que deberían haber cocinado. Y honestamente, odio llegar a este nivel de detalle, pero mira, si Shauna es capaz de hacer que salga algo de leche […] Tal vez fue demasiado para el programa», señaló Hanratty en su entrevista.