Serge Klarsfeld, el cazador de nazis que ya no le teme a la RN


En una pared, un mapa del campo de Auschwitz-Birkenau. En otro, un pequeño lienzo soleado de Florencia. Serge y Beate Klarsfeld disfrutaban de sus vacaciones en la ciudad toscana cuando no estaban rastreando a ex dignatarios nazis. Pero todo, en las oficinas que ocupan en la planta baja de un edificio de 8mi distrito de París, cuenta la historia de una vida dedicada a la memoria de las víctimas de la Shoah.

Copias de la Monumento a la deportación de judíos de Francia (1978), su libro monumento –pesa 7 kilos– junto a los de la otra montaña que erigieron, el Monumento a los niños judíos deportados de Francia (1995). Uno fue el primero en enumerar los nombres de los 74.182 judíos deportados de Francia, el otro en restaurar su humanidad, recorriendo sus cortas vidas, hasta los 11.400 niños judíos de Francia que murieron en los campos.

Serge Klarsfeld podría haber sido uno de ellos si su padre, Arno, no se hubiera sacrificado acudiendo a la Gestapo, que llamó a la puerta de su apartamento en Niza la noche del 30 de septiembre de 1943. Entonces el niño fue escondido, con su madre y su hermana, en el doble fondo de un armario. Tenía 8 años.

El anciano tiene ahora 88 años y está sentado erguido en su sillón de cuero. Su esposa, Beate, de 84 años, corre de un extremo a otro del apartamento para acompañar al técnico de calefacción que pasa a finales de noviembre. Recortes de prensa colgados detrás de Serge Klarsfeld recuerdan cómo ha sido la existencia de la pareja desde su encuentro, un día de 1960, en el andén del metro Porte-de-Saint-Cloud: la bofetada infligida por el joven activista alemán, en 1968, al canciller Kurt Georg Kiesinger, ex jefe de propaganda radiofónica de Hitler; el juicio a ex dignatarios del IIImi Reich en Colonia, en 1979, durante el cual el abogado defendió a las partes civiles; la increíble caza, en Bolivia, del “carnicero de Lyon”, Klaus Barbie, jefe de la Gestapo en la capital de la Galia, condenado a cadena perpetua por la justicia francesa, en 1987; las múltiples demandas interpuestas –y ganadas– por antisemitismo contra Jean-Marie Le Pen…

En 2022, bloquear a Marine Le Pen

La vida de una novela, inmortalizada por la película para televisión la persecucion (2008), en la que Yvan Attal interpreta el papel de Serge Klarsfeld y cuyo cartel también está pegado a la pared. «Beate y yo siempre hemos luchado contra la extrema derecha antijudía», recuerda el octogenario con voz segura. El 16 de abril de 2022, la pareja firmó otra columna en Liberar pedir, durante las elecciones presidenciales, que se bloquee a Marine Le Pen, “hija del racismo y el antisemitismo”.

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