Equipo de producción de NASA, ESA, CSA, STScI, Webb ERO
El Telescopio Espacial James Webb de la NASA continúa brindando a los astrónomos vistas sin precedentes del Universo.
El martes, la agencia espacial publicó una imagen de mosaico que muestra un panorama de la formación de estrellas que se extiende a lo largo de unos asombrosos 340 años luz. Los astrónomos llaman a la característica principal de esta imagen 30 Doradus, pero tiene un apodo más pegadizo, la Nebulosa de la Tarántula, debido a sus largos filamentos polvorientos.
Esta guardería estelar se encuentra en la Gran Nube de Magallanes, una de las galaxias más cercanas a nuestra propia Vía Láctea a una distancia de 160.000 años luz. La Nebulosa de la Tarántula ya era una característica bastante espectacular en los telescopios porque es la nebulosa estelar más grande y brillante en el vecindario local de galaxias, que incluye las galaxias de la Vía Láctea y Andrómeda.
Pero Webb le da a la nebulosa una claridad asombrosa porque el telescopio observa luz en la porción infrarroja del espectro, que es luz con una longitud de onda ligeramente más larga que la visible para el ojo humano. Esto permite que el telescopio capture la luz de objetos distantes que, de otro modo, podrían quedar bloqueados por partículas de polvo cósmico, que es más probable que interfieran con la luz en una longitud de onda más corta.
Como resultado, la imagen de Webb de la Nebulosa de la Tarántula es bastante hermosa y revela decenas de miles de estrellas jóvenes que antes estaban bloqueadas por el polvo cósmico.
Los astrónomos están interesados en comprender mejor el proceso por el cual se forman las estrellas, que es fundamental para comprender la física del Universo. Las mejores imágenes y datos de Webb proporcionarán una nueva visión de este proceso y mostrarán por qué hay tal multiplicidad de estrellas de diferentes tamaños, con propiedades muy variables, en nuestra galaxia y más allá.