El quiebre emocional de Gwen con su padre es una notable obra de arte que es el verdadero eje de «Spider-Man: Across the Universe». Cuando Gwen revela su conflicto entre su identidad de superhéroe y civil, las acuarelas en el fondo cambian de un rojo enojado a un azul melancólico y corren por las paredes como las lágrimas calientes en el rostro de Gwen. Gwen le dice a su padre que, al igual que su papel como oficial de policía, le apasiona ayudar a los demás y defender a su comunidad. Todo se vuelve de un blanco cegador con formas coloridas cuando finalmente se reconcilian y se abrazan.
Una de las escenas destacadas anteriores muestra cómo el viaje personal de Gwen es paralelo al de Miles. También es una oportunidad para que la película se tome un respiro de las frenéticas escenas de acción. Se cuelgan boca abajo en un edificio con vista al vasto horizonte de la ciudad, el único lugar donde se sienten lo suficientemente seguros como para confesar sus sentimientos internos. Gwen y Miles son jóvenes que luchan contra el dolor y la idea de que su destino, y el destino de los demás, está predeterminado por el canon. A Gwen le gusta Miles, pero en cualquier otro universo cuando se enamora de alguien, no termina bien. Ella cree que está encadenada a un destino trágico.
Al final de «Spider-Man: Across the Spider-Verse», Gwen recupera su coraje y reúne a su propio equipo para rescatar a Miles. Tienen un vínculo especial como adolescentes que tienen que lidiar con un poder y una responsabilidad tan grandes, así como con los enormes riesgos y consecuencias que su identidad secreta tiene sobre sus seres queridos. El arco emocional de Gwen ocupa la mayor parte de la película, y ella es quien genera nuestra anticipación para la próxima entrega de Spider-Verse en los heroicos momentos finales donde lidera la carga para encontrar a su amiga.