«Star Trek», por supuesto, está ambientada en un futuro lejano donde la tecnología es amigable, generalizada y se usa para beneficiar la calidad de vida en toda la galaxia. Las naves estelares están equipadas con armas, por supuesto, pero la mayoría de las historias de los programas se centran en su propulsión, tecnología de comunicación, replicadores de alimentos, escudos y holocubiertas. La sociedad se ha adaptado a la tecnología avanzada y se ha vuelto dependiente de ella. «Booby Trap» presenta a la sociedad futura de Trek un gran problema: ¿Qué sucede cuando dicha tecnología falla? ¿Y cómo un ingeniero, un hombre que vive para la tecnología, resuelve un problema con la menor tecnología posible?
Este es un acertijo clásico de «Star Trek», que obliga a los personajes a cuestionar el papel de la tecnología en sus vidas. Podemos confiar en ello, sí, pero «Booby Trap» demuestra que puede que no siempre ser confiable. A veces, Geordi finalmente descubrirá que se requiere un toque más humano.
Para la tercera temporada del programa, los escritores de «Star Trek: The Next Generation» desarrollaron una inteligente plantilla de escritura de guiones televisivos que les permitió transmitir sus tesis en la primera escena. Al comienzo de «Booby Trap», se ve a Geordi en la holocubierta con una mujer llamada Christy (Julie Warner). Están en una cita, y no va bien. Geordi ha utilizado su perspicacia de ingeniería para programar la escena de playa simulada perfecta, las bebidas simuladas perfectas y un violinista itinerante simulado. Christy lo rechaza todo y deja la cita, alegando cansancio. Toda la tecnología del mundo no pudo ayudar a Geordi a generar un romance honesto.
El público ve de inmediato que la tecnología no será la respuesta. Ese tema acechará en nuestras mentes durante el resto del episodio. Felicitaciones a los guionistas acreditados Ron Roman, Michael Piller y Richard Danus.