Dos personas fueron encontradas con vida el sábado 18 de febrero bajo los escombros de un edificio derrumbado en Hatay (Sur), trece días después del terremoto que asoló Turquía y Siria el pasado 6 de febrero, provocando la muerte de más de 44.000 personas. Se trata de un hombre y una mujer, según imágenes del rescate difundidas por la agencia estatal de noticias Anatolia.
El ministro de Salud de Turquía, Fahrettin Koca, publicó un video de la mujer de 40 años en un hospital de campaña mientras recibe tratamiento. “Ella es consciente”, tuiteó. Un niño también fue sacado con vida de entre los escombros el sábado, pero murió minutos después de que se intentara salvarlo, según la agencia de noticias.
A lo largo de la semana, los equipos de rescate turcos encontraron sobrevivientes que habían estado atrapados bajo los escombros durante mucho tiempo bajo temperaturas bajo cero. Pero el número de estos supervivientes se ha reducido a un puñado en los últimos días. El viernes, un hombre de 45 años fue sacado de entre los escombros, varias horas después que otros tres supervivientes, incluido un niño de 14 años, seguían con vida bajo los escombros. El vicepresidente turco, Fuat Oktay, dijo que los esfuerzos de rescate continúan en unos 200 sitios.
Más de 84.000 edificios afectados en Turquía
El terremoto, que ocurrió en una de las zonas sísmicas más activas del mundo, golpeó áreas habitadas donde los edificios no pudieron resistir temblores tan poderosos. La última cifra oficial del terremoto de magnitud 7,8 que asoló Turquía y Siria es de 44.330 muertos.
El drama pone al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, bajo una gran presión debido a la lentitud de los rescates y las deficiencias en la construcción. En 1999, tras un terremoto que mató a más de 17.000 personas en el noroeste de Turquía, las autoridades prometieron que se endurecerían las normas de construcción.
La policía arrestó a docenas de contratistas mientras el gobierno promete tomar medidas enérgicas contra los estándares de construcción laxos. Más de 84.000 edificios se han derrumbado, necesitan ser demolidos con urgencia o sufrieron graves daños en el terremoto, dijo el viernes el ministro de Medio Ambiente de Turquía, Murat Kurum.