The Sandman Review: una de las mejores adaptaciones de cómics de la historia


Adaptar un cómic tan visualmente impactante e inventivo como El hombre de arena siempre iba a ser complicado. La lista de artistas que trabajaron en los cómics es una larga lista de los artistas más influyentes e inimitables de la escena de los cómics de la década de 1990: Dave McKean, Sam Keith, Colleen Doran, Chris Bachalo, Kelley Jones, Jill Thompson, Mark Buckingham, Bryan Talbot, y más. Intentar traducir ese nivel de talento narrativo a un medio completamente diferente requeriría que los creadores tuvieran una comprensión tan profunda y crítica de ese nuevo medio como lo hicieron los genios que dibujaron el cómic.

Allan Heinberg y David Goyer, trabajando con un Gaiman mayor, más sabio y ahora veterano de la televisión, hicieron exactamente eso.

Para entender exactamente por qué la adaptación televisiva sobresale tanto, uno debe saber qué hicieron con éxito los cómics y cómo el programa usó eso en su beneficio. Los cómics estaban llenos de diseños de personajes icónicos, y esos personajes a menudo se colocaban en situaciones fantásticas que la televisión tradicional no podía permitirse representar de manera efectiva o convincente.

El programa claramente gastó el dinero para hacer bien estas situaciones. Hay exactamente un momento en toda la serie donde los decorados me sacaron del momento (reutilizaron uno viejo y no hicieron lo suficiente para cambiar su apariencia). De lo contrario, incluso las escenas que parecen que acaban de elegir una cantera al azar para disparar se hicieron con una historia posterior en mente. El espectáculo captura la lógica del sueño del reino de Morfeo de manera hermosa, con todo, desde la mano gigante de Morfeo arrebatando una intersección de arrozales del sueño de una persona, hasta las letras ininteligibles en las señales de tráfico de otra.

En cuanto a capturar a los personajes icónicos, el casting de este espectáculo es superlativo. tom sturidge (irma vep) es deslumbrante como Morpheus, el Rey de los Sueños, y Boyd Holbrook (Logan) es su especie de antagonista principal del espectáculo, la pesadilla escapada con ojos dentados The Corinthian. Tanto Morpheus como The Corinthian reciben más material, más interioridad que sus contrapartes de los cómics, y Sturridge y Holbrook hacen un trabajo increíble al transmitir esas emociones a través de serias restricciones: Holbrook tiene que actuar sin sus ojos, y Sturridge tiene el ambiente gótico deprimido de Morpheus para mantener de los cómics.

Ese ambiente gótico deprimido no termina siendo una restricción. Lo que Sturridge hace es darle la vuelta a las expectativas: ofrece una actuación sutil y en capas como Morfeo, con destellos de actuación contraria a la normalidad: cada sonrisa, cada mueca, cada guiño de ojos que da brilla. De hecho, la actuación de Sturridge es el lugar donde la diferencia entre el espectáculo y el cómic es más marcada.



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